Mar. Jun 6th, 2023

CRÓNICAS DE VIAJE

Lunes 15 de abril de 2019.
(publicado miércoles 15 mayo 2019)
Por: Mario Mesa
mesa_mario@yahoo.com
Boston, USA.

“A runner must submit the certification of either the Long Distance Running chairman of the Amateur Athletics Union of his district or his college coach that he has trained sufficiently to finish the course in less than four hours. This is not a jogging race…”

El texto de la reglamentación para poder inscribirse a la Edición número 74 de la Maratón de Boston del 20/abril/1970, en el cual por primera vez esa carrera estableció marca clasificatoria, que exigía que el hombre que aplicara debía tener certificación de que había entrenado lo suficiente para poder terminar la maratón en menos de cuatro horas (sin importar la edad). Nótese que en ese año la carrera aún era solo para hombres, y dos años después, en 1973 se estableció formalmente la categoría femenina.

Son las 9:32 am del lunes 15 de abril de 2019 en la Main Street co nAsh Street de la ciudad de Hopkinton, Massachussetts, USA. Acaba de salir la categoría de mujeres élite de la Edición 123 de la Maratón de Boston. (Marathon Foto, 2019).

No siempre los caminos de un lugar a otro son rectos, algunos tienen varias curvas y una de esas rutas extrañas fue la que emprendí un jueves de comienzos de abril del año 2019.

Se trata de un viaje que pretendía llegar a Boston (USA) el lunes 20 de abril de 2020, pero que requería hacer una escala en la ciudad de Santiago de Chile en ese abril de 2019, más exactamente el domingo 7, y si quisiera resumir el nombre de ese viaje de más de un año en dos palabras serían: BOSTON QUALIFIER.

Así es, muchos de quienes amamos el correr hemos ido organizando nuestro “escalafón de carreras”, esa ruta a la excelencia que suele empezar por la caminata de 5K o trotecito 10K en la CARRERA TAL, un domingo cualquiera en nuestra ciudad de residencia, y a la que llegamos por accidente o por propia voluntad. Mi camino, el cual como el de usted, o el de la persona que está a su lado, es único: cada persona en sus pasos de cada día va labrando un surco que como su huella dactilar es único. De mi propio camino en el año 2003 cuando corrí mi primera Maratón de Boston empezó a seguir ese peregrinaje anual, cual fiel Musulmán a La Meca, en este caso no a la ciudad sagrada de Asia, sino a La Meca del Maratón: BOSTON.

“Al agua patos!” el autor en el monumento de Nancy Schön en el Public Garden de Boston el viernes 12 de abril de 2019, tres días antes de la Edición 123 de la Maratón de Boston. Estas estatuas se inspiraron en el cuento infantil de Robert McCloskey publicado en 1941, el año en que se corrió la Edición 45 de la Maratón, que ganara Leslie S. Pawson con tiempo de 2h:30min:38seg. En Boston se corre por lugares que recogen historias centenarias del atletismo. (M. Mesa, 2019).

De las motivaciones de cada persona en el correr me refiero en los primeros párrafos de la crónica:

Estas líneas que ahora escribo podría decir que son entonces la continuación de esa crónica de viaje a las tierras australes de América a donde fui a correr el domingo 7 de abril la Maratón de Santiago de Chile. Enseguida fragmentos de tiempo y espacio de lo que fue mi vida en ese lapso de tiempo de la meta de Santiago de Chile a la meta de Boston es lo que transcurrió Mi plan era muy sencillo en el papel: luego de un juicioso entrenamiento de varios meses ir a Santiago a correr una rápida maratón que me significara llegar a meta en menos de 3 horas y 25 minutos, el requisito que para mi edad sería el aval para poder inscribirme a correr la Maratón de Boston del 20 de abril de 2020. Una vez logrado eso, el curso natural de las cosas iba a ser  viajar a Boston para correr el lunes 15 de abril de este 2019 Boston Marathon, la Boston Marathon número 15 de mi vida, para la cual en febrero de 2018 había hecho la marca en la Maratón de Sevilla.

El 25 de febrero de 2018 el autor había logrado la marca clasificatoria de 3:24:48 para Boston Marathon 2019 en la Maratón de Sevilla, España. (M. Mesa, 2018).

Pero como en muchas experiencias de vida: una cosa es lo que uno tiene planeado, y otra es lo que va ocurriendo en el camino, y de mi camino en Santiago de Chile debo ante todo decir que esa maratón es muy bonita, y en una ciudad, un país que bien vale la pena el viaje, pero en la cual ese día  el domingo 7 de abril de 2019 las cosas no se me dieron para lograr allá ese Boston Qualifier.

AGRADECIMIENTOS A COPA AIRLINES:

COPA AIRLINES nos ofrece a los corredores un programa muy especializado COPA RUNNERS, en el cual se obtienen tarifas especiales en los boletos aéreos para cuando viajamos a las carreras atléticas internacionales. Además con Copa Airlines se puede disfrutar de más frecuencias en horarios más convenientes, conectando a través del Hub de las Américas® en Panamá, así podemos organizar la ruta según nuestras necesidades.

Es un producto que está disponible en la página web www.copaair.com/runners

AGRADECIMIENTOS A NEW BALANCE:

Una marca que nació en Boston en 1906 y que ha estado a la vanguardia en desarrollo de tecnología para correr. A partir de 2017 New Balance es la marca deportiva patrocinadora oficial de Maratón de Nueva York y desde 2018 otra World Marathon Major: Londres.

Proximamente Nuevo link de New Balance

New Balance nació en Boston en 1906, su presencia es muy notable en muchos sitios de la ciudad en todo el año, y especialmente durante los días alrededor de la Maratón, las Oficinas principales de la marca a nivel mundial están allí en esa ciudad, en el sector de Brighton, por donde pasa la Maratón a su entrada a la ciudad.

Mural de New Balance en Prudential Center al lado de la entrada de la Expo de Boston Marathon 2019. (M. Mesa, 2019).

EL RESTO DEL APOYO:

Preparar una Maratón, y en general darle al cuerpo el apoyo que requiere llevar una vida sana alrededor del deporte se puede optimizar, para eso en Colombia hay marcas de gran calidad como USANA Nutrición Celular, Productos Going,KT Tape Colombia, Physical Care. A ellos el agradecimiento.

MARIO:

RESETEANDO PLANES.

BOGOTÁ, LUNES 8 DE ABRIL DE 2019, 18:00 Hrs.

El sueño de miles de atletas en todo el mundo es ser lo suficientemente rápidos en la distancia de Maratón (42 km 195 metros) para ser aceptados a la Maratón de Boston y poder tomar la partida de esa centenaria World Marathon en esta línea de Main Street de la Ciudad de Hopkinton, Massachussetts, USA. (M. Mesa, 2018).

Los seres humanos somos excelentes para encontrar excusas (perdón, obvias justificaciones) cuando no sucede lo que queremos que suceda, y en Santiago de Chile a pesar de haberlo dado todo ayer domingo, no se me dieron las cosas, es decir que cuando mi crono llegaba a las 3 horas 25 minutos, el “Boston Qualifier Time” aún estaba yo  a varias cuadras de meta pasando al lado de una tarima donde un grupo tributo a Queen cantaba  “We are the Champions” que yo escuchaba con algo de ironía. Luego  mi tiempo oficial en meta fué  3:38:58 que bien lo puedo “justificar” por el calor infernal que hizo en carrera, el cual desencadenó un desbalance energético que con principios de golpe de calor. El problema es que la Boston Athletic Association al momento de recibir aplicaciones para la Maratón de Boston 2020 no me va a descontar esos 13 minutos que hice de más en Chile, y la situación es aún no tengo la marca.

No está nada fácil este rompecabezas, ya con el Boston Qualifier 2020 en Santiago de Chile vendría esta semana de recuperación, luego rodar a un paso muy cómodo en Boston, a “paso de celebración de vida” luego vendría resto de abril y primera mitad de mayo con incremento de carga de kilómetros para una adecuación para terminar la Ultramaratón de Comrades que correré por 88 Km entre Durban y Pietermarizburg el 9 de junio próximo, kilómetros largos que se extenderían hasta agosto incluyendo varias etapas de ultradistancia en Boyacá y Casanare en mi Travesía de la Independencia celebrando el Bicentenenario de la Campaña Libertadora de 1819.

Pero hoy lunes en esta lluviosa Bogotá que me recibe de regreso de Chile debo replantear la estrategia: Si quiero que ese plan de kilómetros largos lentos de mediados  de mayo a comienzos de agosto funcione, debo dejar ya solucionado el tema del Boston Qualifier 2020, pues las inscripciones se espera que sean en septiembre, y no habría tiempo para armar un plan que me ponga a correr veloz en menos de un mes una vez termine mis travesías de ultradistancia en Boyacá.

La opción que me quedaba, al menos por ahora la que veo a la mano es: Clasificar para Maratón de Boston del 20 de abril de 2020 con mi tiempo de la Maratón de Boston del lunes 15 de abril de 2019, así tendré vía libre para los demás planes desde el martes 16  de abril de 2019.  FÁCIL, fácil en el papel, pero tiene varios retos de grueso calibre:

Primero: las fibras musculares de mis piernas han sufrido ayer en Chile un severo daño a nivel microscópico ese desgaste de correr 42 Km 195 metros a velocidades que se acercaron a mi umbral de Máximo Equilibrio Estable de Lactato y estoy inundado de ácido láctico, esa recuperación en condiciones normales, racionales, requiere de varias semanas. EL PROBLEMA es que no disponía de ese tiempo normal de recuperación pues la Maratón próxima es en Boston dentro de una semana, el lunes 15 de abril.

Segundo: Descargas de Fisioterapia debería hacer varias que me acaben de recuperar de Chile, pero los asuntos de casa y de trabajo en este par de días que estaré en Bogotá rumbo a Boston no me dan los tiempos para hacerlas, debo limitarme a reducir el ejercicio a lo básico de caminar y al automasaje en casa, que nunca será igual al que recibo en Physical Care.

Tercero: La ruta en Boston NO ES fácil, es una montaña rusa que si me llega a coger débil (como es posible que lo esté) me descompense pronto en carrera y sean de pesadilla los últimos kilómetros lejos del objetivo de tiempo. Cuarto: Clima (esta excusa es campeona, siempre la tenemos a la mano para culpar a la naturaleza por nuestras fallas), los pronósticos a una semana de la Maratón de Boston es que será un fin de semana de mal clima. Esto justo cuando aún los recuerdos de esa Boston año 2018 aún me producen escalofrío.

Cada año es más difícil lograr un cupo en este selecto grupo de atletas que en tercer lunes de abril de cada año recorren los 42.2 Km de Hopkinton a Boston, esta foto es de la salida de carrera el lunes 18/abril/2016. (M. Mesa, 2016).

Son al  menos cuatro situaciones cuando se corren dos maratones muy cercanas en el tiempo (lo que los corredores llamamos carreras “Back-To-Back”. Yo tengo todas las  justificaciones, razones de peso, o simplemente EXCUSAS que posiblemente como buen ser humano que soy saque a relucir en Boston al pasar la meta si me demoro más de 3 horas 25 minutos. PERO en ese caso volveré de nuevo a la raíz del problema: La Boston Athletic Association no me hará correcciones de tiempo de meta al tiempo que use para aplicar a la carrera del año entrante si lo hago con una marca más lenta de 3 horas 24 minutos 59 segundos.

Mejordicho para aplicar a Boston: NO EXCUSES, SI BUENOS TIEMPOS EN META.

ALGO DE TÉCNICA DE CARRERA.
BOGOTÁ, MIÉRCOLES 10 DE ABRIL DE 2019, 05:50 Hrs.

Un saludo de mujer a mujeres: para la sesión de entrenamiento de técnica de carrera en el Estadio Alfonso López de la Universidad Nacional de Colombia sede Bogotá, un día antes de viajar a la Maratón de Boston 2019, y el de Crossfit del día de viaje a las mujeres del Team Correr Bien que asistieran les había prometido algo especial de Boston. El viernes 12 de abril se logró: Kathrine Switzer, la mujer que en 1967 rompió esquemas registrándose en esa Maratón que solo era para hombres, ella autografió para Stefanía Jimenez, Milena Baquero y Carolina Gonzalez sus fotos de esos entrenamientos. (M. Mesa, 2019).

En el plan de choque que definí para este semana post-Maratón Santiago, que a la vez es semana pre-Marathon está una sesión de trote descalzo cerca a mi casa, en la Universidad Nacional, para trabajar algo de técnica y “Earthing” que es alinear energías con el planeta al correr descalzo, no me quita mucho tiempo y el hecho de volver a la Pista del Estadio Alfonso López de mi Alma Mater me recarga siempre de buenas energías, es este lugar donde en mis tiempos jóvenes yo volaba en los 800 metros planos y vengo a recoger algo de esa magia que aún debe rondar por este Campus. Dos de mis alumnas del #teamcorrerbien me  acompañaron: Milena Baquero y Stefanía Jimenez.

BYE BYE TEAM, BYE BYE BOGOTÁ.
BOGOTÁ, JUEVES 11 DE ABRIL DE 2019, 05:40 Hrs.

El día del viaje a Boston, en la despedida en el Box de Crossfit ZULU. De izquierda a derecha: Nicolás Aristizabal, El Autor, Marcel Buitrago, Carolina González y Sebastian Mesa. (M. Mesa, 2019).

Mi infaltable sesión de Crossfit para corredores en Zulu Crossfit fue hoy de tan solo 4 minutos, no tanto porque haya sido un HIIT súper concentrado, sino que hoy solo pasé a saludar, a llevar a mi hijo Sebastian que está muy activo en el deporte, y a saludar a otro grupo de mis alumnos que asisten a la sesión de hoy: Carolina Gonzalez, Marcel Buitrago, Nicolás Aristizabal. No hice Crossfit hoy pues le quiero seguir dando la prioridad a mi recuperación de Maratón de Santiago, aún siento resentimiento en mis cuádriceps y ya estamos a cuatro días de Boston.

Hoy el trabajo de pista será en Aeropuerto Internacional El Dorado…

HERE I’M COMING BACK TO MASSACHUSSETTS.
BOGOTÁ, JUEVES 11 DE ABRIL DE 2019, 20:40 Hrs.

Welcome To Boston! Ya en el Metro de Boston con Gerardo Benitez la noche del jueves 11 de abril de 2019 rumbo al Hostal HI Boston (M. Mesa, 2019).

Ya estoy en La Meca, la Meca de los que correr es mucho más que mover las piernas, es mover sueños, es mover voluntades y alegrías mientras nos gozamos este breve tiempo de juego, este tiempo finito, limitado, llamado VIDA.

La Ciudad nos ha recibido con algo de llovizna, pero nada de qué preocuparse hoy jueves, lo que sí me inquieta es que el pronóstico de clima para lunes de carrera continúa de lluvia y frío.

A la salida del Aeropuerto Internacional Logan me estaba esperando mi amiga Luz Dary Ortiz, con ella y Gerardo Benitez tomamos el transporte gratis “Silver Line” que va desde el terminal aéreo hasta la estación de metro AIRPORT sobre la línea de Metro color azul, allí nos despedimos de Luz Dary y Gerardo y yo continuamos por esa línea de Metro Azul hacia el centro a la Estación STATE de Línea naranja un par de estaciones hasta la Estación CHINATOWN, que es la cercana al Hostal HI BOSTON, nuestro lugar de alojamiento. Ese Hostal es mi recomendado para que si usted alguna vez corre Maratón de Boston se hospede allí, pues sus precios si bien parecen caros, realmente son bajos para el estándar de alojamiento de Boston, lo IMPORTANTE es que usted reserve con muchísima anticipación desde el momento que le confirman aceptación a la maratón (septiembre del año anterior) o incluso hay quienes desde ANTES de inscribirse o tener confirmación de su inscripción hacen la reservación allí, eso es preferible y cancelarla, a intentar reservar en la semana que confirman aceptaciones de inscripción a la Maratón, pues es tal la demanda que ya no encontrará cupos.

Ese tema de alojamiento es muy delicado en Boston, si usted se descuida y lo deja para enero, febrero o marzo le saldrá súper costoso, y bien lejos del centro de la ciudad (sector Back Bay) donde ocurren todas las actividades del fin de semana de carrera (Expo, 5K, Cena de Pastas, trote por Boston Common y tomar los buses el lunes de carrera en ese Parque Boston Common (Calle Charles Street entre el Public Garden y el Boston Common, es decir la calle que parte esa zona de pasto y árboles en dos).

Desde el Hostal HI Boston a la zona de toma de los buses en Charles Street se tarda unos 10 minutos caminando despacio ese lunes de maratón para tomar los buses oficiales a la salida en Hopkinton, esa comodidad es lo que hace tan estratégico el hospedarse allí. Luego del check-in en el hostal y salir a cenar un muy sabroso y saludable arroz Chino “Veggie fried Rice” en el restaurante The Dumpling Café a la vuelta de la esquina, estaba conciliando el sueño a eso de las 11:00 pm de jueves.

LA TROTADITA AL PARQUE Y A LA META.
BOSTON, VIERNES 12 DE ABRIL DE 2019, 06:30 Hrs.

El autor, al lado de la estatua ecuestre de George Washington en el Public Garden de Boston, al día siguiente de viajar a la Maratón de Boston 2019. (M. Mesa, 2019).

Con Gerardo le madrugamos a los trotes aprovechando que estaba haciendo buen clima para salir a un entrenamiento más de paisaje de 3 Km recorriendo desde el Hostal hacia los patos del Boston Common, recorrer zona de meta de carrera por Boyston Street desde donde estarán las carpas guardaropa, entrega de avituallamiento, de medallas y zona de meta en esa calle  entre calles Dartmouth y Exeter.

“Some Finish Lines Mean More Than Others” es la frase del afiche oficial de la Maratón de Boston de hace una década. Esta es una de las líneas de meta que figuran en lo alto de las aspiraciones de muchísimos corredores alrededor del mundo: BOSTON. (M. Mesa, 2019).

Esa primera aproximación a zona de meta siempre hincha los corazones, acelera el pulso y ayuda mucho a enfocar lo que será el esfuerzo de este lunes.  Aún estaba abierto el tráfico para vehículos y las fotos que nos tomamos fueron un poco arriesgadas pero bien valieron la pena, aparte de nosotros solo estaba un atleta japonés.

RUEDA DE PRENSA
BOSTON, VIERNES 12 DE ABRIL DE 2019, 10:00 Hrs.

Inicio de la “John Hancock Elite Athlete Team Media Conference”, la rueda de prensa del viernes que abre formalmente las actividades de fin de semana de Maratón de Boston. (M. Mesa, 2019).

Como es tradición, la organización de carrera hace el viernes la presentación formal a medios de comunicación de los atletas élite destacando a los triunfadores del año inmediatamente anterior que le dieron el reconocimiento merecido a Desiree Linden y Yuki Kawauchi, como es tradición, pero en esta ocasión tenía especial significado por ser victoriosos en una carrera de tan extremas condiciones climáticas que hizo romper esquemas del predecible triunfo de deportistas del noreste de África.

Triunfadores del año anterior: Estas son las cuatro personas que el lunes 16 de abril de 2018 en medio de un clima invernal sin precedentes se destacaron por vencer a sus rivales y a las condiciones climáticas extremas. Desde la Izquierda: Tatyana McFadden, Silla de Ruedas (USA, 2:04:30), Desiree Linden, Open 18-39 años (USA, 2:39:54), Yuki Kawauchi, Open 18-39 años (Japón, 2:15:58) y Marcel Hug, Silla de Ruedas (Suiza, 1:46.26). (M. Mesa, 2019).

Luego de la presentación en grupo los atletas pasaron a sesión de entrevistas con los  medios, los más visitados fueron los campeones del 2018, la favorita por su reciente marca, la etíope Worknesh Degefa y otros como la local Jordan Hasay, y los ganadores del 2017: Geoffrey Kirui y Edna Kiplagat (ambos de Kenia). 

Close-Up: Desiree Linden y Yuki Kawauchi. (M. Mesa, 2019).
“Past Champions”: En la tradicional Rueda de prensa pre-carrera esta centenaria Maratón reconoce a quienes a lo largo de su centenaria historia han ayudado a escribir era invaluable tradición, como los Campeones de ediciones pasadas de carrera, y los ubican en primera fila. En la foto desde la izquierda: Joan Samuelson, de chaqueta azul oscura, que celebra este año el aniversario 40 de su triunfo en la edición 83 de carrera el lunes 16/abril/1979 2:35:15 que fuera récord de carrera y récord de USA; Bill Rodgers, de chaqueta gris y blue jeans, triunfador en las maratones de Boston de los años 1975, 1978, 1979 y 1980; Deena Kastor, de licra y blusa negra, medallista olímpica en Maratón en Atenas 2004 y quinta en Boston 2007; Meb Keflezighi, de tenis azul claro, campeón de Boston Marathon 2014 (2:08:37) y Greg Meyer, de chaqueta azul claro, quien fuera el último estadounidense en triunfar en Boston Marathon el 18/abril/1983 por 21 años ningún otro estadounidense volvío a triunfar hasta Meb en 2014 . (M. Mesa, 2019).
Japón es un país lejano de Boston, pero que a lo largo de 123 ediciones de esta Maratón ha escrito una historia de honor, como la Victoria de ciudadanos de ese país en las Maratones del año  1953 con el 2:18:51 de Keizo Yamada; año 1969 con el 2:13:49 de Yoshiaki Unetani; año 1981 con el 2:09:26 de Toshihiko Seko; año 1987 de nuevo con el 2.11:50 de Toshihiko Seko; y el reciente triunfo en 2018 con 2:15:58 de Yuki Kawauchi. En damas en silla de ruedas Wasako Tsuchida reinó durante los años 2007, 2008, 2009, 2010 y 2011. Una larga historia que ha creado muy fuertes lazos entre Boston y Japón. En esta foto de la Rueda de prensa de este año 2019 aparecen desde la izquierda: Hiroto Inoue, Hayako Sonoda y Yuki Kawauchi, quienes llegarían a meta el lunes 15/abril/2019 en los puestos 12, 18 y 17 respectivamente. (M. Mesa, 2019).
Y mientras tanto, que se estará preguntando Lawrence?. En el costado izquierdo de esta foto aparece pensativo el keniata Lawrence Cherono, un par de días antes de dejar su nombre escrito con honores en la historia de Boston al triunfar en un espectacular remate para coronarse Campeón de la Edición 123 de la Maratón de Boston del año 2019 con 2:07:57 en meta. Lo acompañan en la foto sus paisanos Geoffrey Kirui, Campeón de Boston Marathon 2017 (2:09.37) y que en esta Boston 2019 sería quinto (2:08:55) y Sharon Cherop, Campeona de Boston Marathon 2012 (2:31:50) y que en esta Boston 2019 llegó en puesto 12 (2:31:41). (M. Mesa, 2019).
Jordan Hasay, la californiana en la que junto con Desiree Linden estaban las esperanzas de triunfo estadounidense en Boston 2019. Ella llegaría a meta en el destacado tercer puesto en 2:25:20. Ella piensa que el correr es la mejor metáfora de la vida, “he tenido altibajos en mi carrera deportiva que me han enseñado que lo más importante es el viaje y no el destino, aprendiendo a vivir el momento y dar lo mejor de mí, porque al final eso es todo lo que uno puede hacer”. (M. Mesa, 2019).

RECLAMANDO EL KIT
HYNES CONVENTION CENTER, BOSTON, VIERNES 12 DE ABRIL DE 2019, 11:03 Hrs.

Bienvenidas sean las largas filas! Especialmente la que uno hace para reclamar el número de competencia de la Maratón de Boston. (M. Mesa, 2019).

A las 11:03 am estaba yo  a la entrada de la Expo del John B. Hynes Veterans Memorial  Convention Center de 900 Boylston Street, Boston MA, 02115, (para hacer corto el nombre: HYNES) hacía 3 minutos que había abierto oficialmente la Expo de entrega de kits y ya la fila era más larga que el nombre completo del sitio que acabo de mencionar. Esta situación de filas largas en diversos sitios de actividad  pre-carrera ese fin de semana es algo a lo que ya estamos acostumbrados desde la Edición 118 de carrera en año 2014, pues después de la tragedia de los atentados de 2013 las autoridades han mantenido en alerta y reforzado medidas extremas como el escaneo y revisión de maletas a la entrada de la Expo.

El anhelado número # 14391 de participante oficial de la Maratón de Boston 2019. (M. Mesa, 2019).

Una vez dentro del Hynes Convention Center luego de una extensa caminata escaleras eléctricas al tercer piso luego de una extensa caminata incluidas dos escaleras eléctricas llegamos al área de entrega de números de competencia en un hall, donde el trancón de ansiosos maratonistas que queríamos reclamar de primeras nuestro número significó una cola más larga que la de un Bancolombia de Bogotá en quincena de navidad.

El procedimiento de entrega del número funcionó al escanear un código QR que previamente habíamos recibido por email y así recibir ese número en un pasadizo entrabamos a un salón por la camiseta de carrera y después a la siguiente fila (voluntariamente) y era  en ese mismo salón para la foto teniendo de backing un mapa de la ruta de carrera.

Una atleta japonesa le toma la foto a su paisana Emiko Kuremiya teniendo de fondo el mapa de ruta de carrera, en el salón donde se reclamaba la camiseta oficial y el resto del kit bostoniano. (M. Mesa, 2019).

Al salir  de la zona de entrega de kits pasábamos en ese mismo tercer piso del Hynes Convention Center a la sección de la Expo como tal y de  entrada fue protagonista las extensas filas para comprar el “Official Merchandise”, en el cual no he dejado de tener la chaqueta oficial de carrera desde mi primera participación en 2003.

De la Expo en general debo mencionar que es muy completa, donde las principales marcas en servicios  y productos relacionados con el Running traen los más novedoso para ponerlo al servicio de estos atletas que sus tiempos clasificatorios a esta carrera son respaldo de talento y compromiso.

La entrada a la Expo. (M. Mesa, 2019).

Estuve dando el “Tour” por la Expo sin prisa acompañado con Gerardo Benítez, a quien acompañé especialmente a ultimar detalles en el Stand de la Abbott Marathon Majors para recibir en meta de carrera la Six Star Medal que reconoce a quienes completan la Seis World Marathon Majors: Tokio, Londres, Berlin, Chicago, Nueva York y Boston.

Gerardo Benitez un par de días antes de reclamar su Six Star Medal de la World Marathon Majors dejó en el mural del Stand de esa medalla la foto de su recientemente fallecido Padre, como homenaje póstumo. (M. Mesa, 2019).

Y prácticamente salimos de la Expo cuando la iban a cerrar a las 6:00 pm repetimos el menú de los carbohidratos del arroz vegetariano, y a descansar.

Stand de New Balance en la Expo. (M. Mesa, 2019).

CORRIENDO A VER CORRER BAJO LA LLUVIA: BAA 5K
BOSTON COMMON, BOSTON, SÁBADO 13 DE ABRIL DE 2019, 8:15 Hrs.

La carrera vista desde atrás del andén: Espectadores bajo la lluvia animan a los corredores de la BAA 5K. (M. Mesa, 2019).

La BAA 5K es una carrera que se le agregó a la agenda de fin de semana de Boston Marathon hace varios años y cada vez tienen más demanda los 10,000 cupos de carrera, que se venden principalmente el amigos y familiares que viajan a Boston a acompañar a los maratonistas que correrán el lunes, es un recorrido muy escénico por el sector de Back-Bay que sale y termina en la calle Charles Street (la que parte en dos la zona de parque de ese sector entre el Boston Common y el Public Garden y en su recorrido va principalmente por la Commonwealth Avenue y pasa por la línea de meta de la Maratón de Boston en el último kilómetro. Esta es la primera de tres carreras que junto con la BAA 10K del 23 de junio y la BAA Half Marathon del 13 de octubre completan la trilogía “DISTANCE MEDLEY” en Boston.

Pasada la meta pasada por agua, BAA 5K 2019. (M. Mesa, 2019).

Fue en ese último kilómetro que  me ubiqué para tomar algunas fotos de los corredores, en una carrera pasada por agua en la que una buena sombrilla era el accesorio más útil de quienes estábamos en el andén de lado y lado de la calle Boylston Street. Con un rango de extremos de edades entre los muy jóvenes que acompañados por los mayores o muy mayores compartieron ese remate a meta. Muchos grupos familiares en esa carrera que suele calentar el ambiente del “Marathon Weekend” sin importar que en este caso la lluvia y el frío quisieran enfriar los ánimos.

Gotas de lluvia. (M. Mesa, 2019).

En mi tarea de tomar fotos en zona de meta y de entrega de medallas en el Boston Common me pareció ver una persona conocida, muy conocida por quienes además de Boston Marathon apreciamos mucho la Maratón de Nueva York, alcancé y saludé a Peter Ciaccia, quien desde 2015 hasta el pasado mes de noviembre de 2018 fuera el Director de Carrera de esa maratón en la que yo debutara hace unos 20 años y medio. Un breve saludo a Peter precedió la foto del recuerdo mientras me comentaba que se retiró de la Dirección de Carrera para retirarse en general de actividades laborales, se me hizo curioso pues su gestión en los años que estuvo a cargo continuó muy eficientemente la exitosa gestión que traían sus predecesores Mary Wittenberg de 2005 a 2015 y Allan Steinfeld (q.e.p.d.) de 1994 a 2005. Este año que esa pionera Maratón celebra su aniversario 50 de fundación en su edición del 3/noviembre/2019 cuenta con nuevo Director de Carrera: Jim Heim.

Peter Ciaccia ha finalizado su 5K lejos de Nueva York. (M. Mesa, 2019).

AL ENCUENTRO CON LOS DEMÁS COLOMBIANOSEXPO Y ZONA DE META, BOSTON,  SÁBADO 13 DE ABRIL DE 2019, 15:00 Hrs.

Panel de presentadores en la charla “Awesome New Books” en el Runner´s Seminar que organiza John Hancock en los días de Expo de Boston Marathon. Desde la izquierda: Julie Weiss, Roger Robinson, Dave McGillivray, Marck Cuccuzzella, Kim Chaffee, y la moderadora: Kathrine V. Switzer. (M. Mesa, 2019).

Regresando de la 5K me dediqué a alistar maleta para check-out  (esa noche me trasladaría a casa de mis amigos Germán Plaza y Luz Dary Castro), y una vez realizado dejé a guardar maletas en recepción del Hostal para dirigirme a la Expo a un par de compras adicionales de última hora, asistir a dos charlas técnicas y el encuentro con los demás colombianos que sería a la salida de la Expo a las 3:00 pm.

Ese plan resultó parcialmente cumplido, pues la eterna fila para entrar a la Expo marcó retraso en ese plan, y luego la más extensa fila para pagar las compras de esos encargos de última hora me impidieron estar en la primera charla “Boston Marathon Course Preview”, la de las 13:00 horas, que era presentada por Dave McGillivray, Director de Carrera de la Maratón de  Boston, en la cual suele dar valiosos tips para aprovechar mejor la experiencia de llegar a Hopkinton a la línea de salida y llegar a Boston a la línea de meta luego de ese recorrido a pie.

Pero si alcancé a estar en la charla de las 14:00 hrs: “Awesome New Running Books, Authors and runners share their tales”, allí Julie Weiss, Kim Chaffee,  Dave McGillivray (el de la charla anterior), Marc Cucuzzella y Roger Robinson en la cual cuatro autores presentaban sus nuevos libros y logré autógrafo en los dos libros que había comprado: el de Marc Cuczzella y el de Roger Robinson.

La foto de sábado de los colombianos en la meta de la Maratón de Boston 2019. (M. Mesa, 2019).

El tiempo dio justo para luego de los autógrafos en libros moverme unos pocos metros a la salida interior de la Expo, para la primera foto de los colombianos con la bandera. Allí estaban muy puntuales Gladys Luna, Victor Manuel Forero y Hernando González. Al rato llegaron otros mas, tomamos la primera foto y nos dirigimos a la calle para caminar por Boylston Street para la segunda foto, la clásica foto en línea de meta, donde una tarde soleada y majestuosa zona de meta fueron excelente fondo para una foto de gran recuerdo, y en la cual estuvo el gran Hernán Barreneche Ríos, quien a sus 79 años de edad sigue dándonos ejemplo de talento y disciplina.

En la zona de meta de la Maratón de Boston 2019. (M. Mesa, 2019).

Hernán hace parte de una generación como no ha habido otra en la historia del atletismo de fondo en Colombia: Desde finales de la década de 1960 hasta comienzos de la década de 1980 él junto con Martín Pabón, Domingo Tibaduiza, Víctor Mora y Álvaro Mejía dominaron en las pruebas de larga distancia, siendo destacado el triunfo de Álvaro en la Maratón de Boston de 1971, y el segundo puesto de Víctor Mora en esa carrera al año siguiente, Tibaduiza triunfó en la Maratón de Berlín de 1983 y actualmente posee los récords nacionales de Colombia en 5,000 y 10,000 metros planos en pista. El gran mérito de Hernán es que nunca ha dejado de competir, y en carreras como los  mundiales de atletismo master ha triunfado en su rango de edad, así como en las Maratones de Nueva York  y en Boston Marathon, en la cual triunfó en categoría 70-74 años en los años 2012 y 2013 a la edad de 72 y 73 años con 3:34:59 y 3:19:09 respectivamente.

Mas colombianos cerca de meta. Desde la derecha: Luis Ospina, Juan de la Espriella, Gladys Luna, el autor, Hernando Gonzalez, y Víctor Forero, quien sería el colombiano más rápido en esta Boston Marathon ocupando el segundo puesto en su categoría con 2:36:59. (M. Mesa, 2019).

Un rato después llegó allí Jaime Benazar, compañero del New Balance Team Colombia, y otros paisanos como Marcela Todd, quien en la organización de la Maratón de Miami ha contribuido al fortalecimiento de la representación de Colombia con mayor cantidad de atletas después de Estados Unidos en los años recientes.

Transcurridas las fotos del recuerdo pasé al hostal HI a recoger maletas y desplazarme a casa de mis amigos Luz Dary Castro y Germán Plaza.

DESCANSO DE MAÑANA Y TARDE DE PASTAS
CITY HALL, BOSTON, DOMINGO 14 DE ABRIL DE 2019, 16:00 Hrs.

El domingo en la mañana fue para descansar y aproveché para alistar la pinta de carrera. (M. Mesa, 2019).

El día previo a Boston Marathon es para tomarlo con calma, bajarle a las revoluciones de los ansiosos corazones, enfocar en hidratarse muy bien y acabar de completar la recarga de carbohidratos que acaben de fortalecer los músculos con el glucógeno que será base del combustible que lleve a meta de Maratón.

La foto de domingo de los colombianos en la meta de la Maratón de Boston 2019. (M. Mesa, 2019).

La organización de la Maratón de Boston ofrece una generosa cena de pastas a los atletas en la tarde/noche anterior al día de carrera, es decir, la tarde del domingo 14 de abril.

De lejos: Ceremonia de inicio de la cena de pastas pre-carrera en el edificio del City Hall de Boston en la parte delantera están parte de los directivos de la Boston Atheltic Association, organizadores de la Maratón. (M. Mesa, 2019).

Mi turno de cena de pastas yo lo había seleccionado previamente para las 4:00 pm, y previamente en zona de meta de Boylston Street me había encontrado con varios amigos entre los que estaban Caren Roa, Pilar Contreras, Roberto Maldonado, Paola Fierro, Francesco Páez y Sergio Uribe, con quien me desplacé por la línea verde del Metro desde la estación Copley hasta la Estación Government Center, al lado de la cual está el edificio de la Alcaldía Municipal, o “City Hall”, que es donde se ofrece la Cena de Pastas.

Si alguna vez usted va a Boston Marathon mi consejo es que vaya a la cena de pastas oficial del domingo en la tarde, y que seleccione el primer turno, de las 4 pm, para que pueda cenar temprano, y regresar temprano a su sitio de alojamiento para acabar de dejar listas sus cosas para el día de carrera y poder ir a descansar/dormir temprano.

De cerca: En el costado derecho de la foto aparecen el Dr. Michael P. O´Leary, Presidente de la Boston Athetic Association, y Sara Mae Berman (triunfadora de la Maratón en 1971, el último año de la “Pioneer Era”, y en la parte central inferior Gloria Ratti, de la Boston Athletic Association. (M. Mesa, 2019).

Luego de la acostumbrada fila larga para revisión de seguridad de maletas, entramos a eso de las 4:45 pm al buffett de pastas que como es costumbre es muy sabroso e incluyó una de las nuevas cervezas marca 26.2 (nombre asociado a la distancia en millas de la maratón).

Sergio Uribe recargando energías para el lunes. (M. Mesa, 2019).

En la ubicación de la mesa acompañamos a una pareja de esposos norteamericanos que por el color de su cabello y sus facciones de rostro estimé  que rondaban por su década de los sesentas. Se trataba de la pareja de esposos Linda y Bob Parrish, y en la breve conversación le pregunté a ella cuantas maratones había corrido, o si era su debut, la respuesta de ella no tuvo que ver nada con debut: al día siguiente estaría completando su trigésima Boston Marathon. No todo el mundo tiene ese palmarés, y para mí que completaba mi decima quinta Boston no pudo haber mejor previo al gran día.

Linda Parrish completó en 2019 su Boston Marathon número 30, la acompaña su esposo Bob Parrish. (M. Mesa, 2019).

Más tarde se nos unió Faber Berrocal, amigo de varios años con quien sin pretenderlo fuimos completando en la reciente década las World Marathon Majors y hoy tenemos en casa la Six Star Medal. Ya cuando estábamos acabando de cenar llegaron las directivas de la Boston Athletic Association para los actos protocolarios de saludo a los atletas a la entrada del City Hall, ceremonia de la que tuvimos vista privilegiada desde el segundo nivel del edificio.

“Cuando grande quiero ser como tú” es lo a un día de mi Boston Marathon número 15 pienso al abrazar a Linda Parrish, quien iba por su Boston número 30. (M. Mesa, 2019).

Al rato ya terminábamos la cena y estábamos saliendo del City Hall, Sergio se fueron caminando desde el City Hall al Hostal HI del barrio Chinatown, yo tomé la línea azul del Metro en dirección a Wonderland (mi estación era Orient Heights), la entrada al barrio East Boston donde reside una gran colonia colombiana.

El llegar temprano a casa me facilitó acabar de alistar las cosas imprescindibles para el Gran Dia, el día siguiente el “Marathon Monday”.

En la cena de pastas. (M. Mesa, 2019).

Al ver las noticias de la noche se fue confirmando el pronóstico del tiempo para el lunes: lluvias al comienzo del día de cielos más despejados hacia las 10:00 am en Hopkinton ciudad de salida de carrera, y lluvias y vientos alternados con sol en la tarde.

Al salir la cena de pastas, desde la derecha: Faber Berrocal, Sergio Uribe y el autor. (M. Mesa, 2019).

Parecía un pronóstico de “puede que llueva o puede que haga sol” pero lo sorprendente que el orden en que se predijo esos contrastes de clima la noche anterior a Boston Marathon, ese fue el orden en que vivimos el Race Day. Ya teniendo listas mis cosas y chequeado el pronóstico del tiempo, a descansar para la jornada del tercer lunes de abril.

EMPIEZA EL VIAJE DEL MARATHON MONDAYEAST BOSTON,  LUNES 15 DE ABRIL DE 2019, 05:20 Hrs.

Atletas tomando el Metro temprano de lunes 16 abril 2019 en laEstación Orient Heights, de la Línea Azul. (M. Mesa, 2019).

A eso de las 4:15 am me levanté a alistarme y preparar mi batido de USANA, siguiendo la regla de oro de no experimentar en alimentación en el desayuno del Race Day, desayunando lo que uno suele desayunar, dándole énfasis a los carbohidratos, que es la energía  a usar en carrera, eso si, evitando consumir lácteos o grasas (cuyo procesamiento en el sistema digestivo requerirá enviar sangre allí, retirándola del sistema muscular, que es donde se estará haciendo el gran esfuerzo de correr  42 Km y 195 metros contínuos. A las 5:20 am salí bien abrigado y hasta con sombrilla de casa de mis amigos en East Boston a caminar unas cuantas cuadras hasta  la Estación de Metro de  Orient Heights. En esa primera exposición a la intemperie me fue muy bien: Cielos nublados pero cero lluvia.

Alistándose para salir (I). (M. Mesa, 2019).

En la estación la mayoría éramos maratonistas, y la espera fue muy breve, unos tres o cuatro minutos para que llegara el tren de la línea azul en dirección  a Bowdoin. Ya en el tren fue un viaje muy rápido que luego de un par de estaciones me llevó a la estación State, donde cambié a la línea Naranja en dirección a Forest Hill, por la cual solo fue una estación (Downtown Crossing) antes de mi destino final en la Estación de Metro de Chinatown.

Alistándose para salir (II). (M. Mesa, 2019).

Al salir del sistema de metro vino el segundo enfrentamiento al clima: todo OK! Pues parecía que había lloviznado en la madrugada pero la había escampado, caminé un par de cuadras por Washington Street hasta State Street al Hostal HI donde me encontraría con mis amigos maratonistas. Estaba en recepción del hostal a las 5:50 am, muy bien de acuerdo al plan, y más importante totalmente seco.

Alistándose para salir (III). (M. Mesa, 2019).

Allí en HI Boston en segundo piso estuve acompañando a Gerardo Benítez, Hugo Romero (mi alumno del Team Correr Bien) y Sergio Uribe. Desde allí se tenía vista a la calle y seguía pintado bien el clima afuera. Nuestros turnos para abordar los buses iba de 7:00  a 7:45 am y quisimos aprovechar más tiempo para estar en ese sitio abrigado y a pocas cuadras de los buses, de manera que esperamos un rato hasta las 6:35 am para bajar a recepción e irnos, PERO fue en esa bajada de escaleras de un piso que simultáneo bajó del cielo un aguacero extremadamente fuerte acompañado de lluvia.

Puede que para este corredor finlandés, fotografiado en el desayuno en Hostal HI poco antes de salir para los buses a Hopkinton el clima parezca templado para sus estándares, pero para los que viajamos del trópico estaba “templado” por aquello de lo difícil. (M. Mesa, 2019).

Ya en primer piso salir en las condiciones climatológicas de ese momento era imposible, empezamos a sacar todo el refuerzo contra lluvia que traíamos, en mi caso un poncho de KT-TAPE que me habían obsequiado en la Expo, la chaqueta impermeable, bolsas plásticas para forrar los tenis, y  la sombrilla que me prestó Luz Dary. En la recepción del hostal nos colaboraron mucho, por ejemplo con un rollo de cinta pegante con el que sellamos las bolsas para proteger los pies. Ya el reloj marcaba cinco minutos para las 7:00 am y estábamos todavía en el hostal, entonces el aguacero amainó un poco y decidimos salir.

Hugo Romero avanza a entregar su bolsa en los buses Guardarropa fijos en la calle Boylston entre calles Berkeley y Arlington. (M. Mesa, 2019).

La caminata que en un día soleado seria de muy pocos minutos se tornó lenta evitando resbalar y pisando con cuidado de no mojar los pies innecesariamente en un charco.

Ese recorrido a pie fue más corto para quienes no tenían nada que dejar en la zona de guardarropa, pero en el caso de Hugo Romero y mío tuvimos que bordear por Boylston Street todo el costado sur de los parque Boston Common y Public Garden más la caminada por la cuadra entre calles Arlington y Berkeley hasta el bus guardarropa que de acuerdo a nuestro número de competencia estaba ubicado en la esquina de Boylston con Berkeley.

Para mí fue todo un ritual de desprendimiento, de desapego el dejar mi celular en la bolsa, quienes me conocen saben que en muchas carreras es mi gusto captar fotografías en acción de los otros corredores, de los espectadores, de todo. Pero esta Boston era atípica, lo que suele ser un trote de celebración debía esta vez ser correr muy enfocado en ese intento a clasificar a Boston 2020, la cámara guardada hasta después de meta.

Sombrillas y plásticos algo protegieron del aguacero rumbo a  tomar los buses en el Boston Common. (M. Mesa, 2019).

Por lo anterior, las fotos que presentaré enseguida acompañando el recorrido las tomé un año atrás, en 2018, tanto en carrera como en un recorrido que hice en auto la semana siguiente a la carrera.

Ya entregada la bolsa para reclamar después de meta caminamos de regreso hacia el Public Garden, allí voluntarios nos orientaron por un atajo en diagonal al norte por dentro del Public Garden hasta la parte delantera donde estaban llenándose los buses en la esquina de Charles Street con Beacon Steet, allí nos ubicamos en la cuarta fila de espera, que parecía larga y más aún con la lluvia que si bien había bajado un poco, no cesaba. Luego de una corta espera otro grupo de voluntarios nos orientó para abordar el bus, y finalmente volvíamos a estar en sitio cubierto.

SALIENDO EN LOS BUSESBOSTON COMMON,  LUNES 15 DE ABRIL DE 2019, 08:10 Hrs.

Una de las últimas fotos tomadas por el autor antes de dejar a guardar todas sus cosas incluido el celular en Boston antes de salir para la salida de carrera en Hopkinton: Buses ya con atletas salen hacia Hopkinton. (M. Mesa, 2019).

NOTA: PARA INTENTAR UNA CARRERA RÁPIDA decidí no llevar mi celular a la carrera, estuvo guardado desde poco antes de tomar en Boston Common el bus a la salida en Hopkinton hasta poco después de cruzar la meta. Las fotos de apoyo en ese intervalo de tiempo de esta crónica corresponden a las oficiales de Marathon Foto y del autor de años anteriores, especialmente del recorrido de reconocimiento de ruta realizado en la semana posterior a la Edición 122 de la Maratón en abril de 2018.

Eran ya pasadas las 8 am cuando iniciamos el viaje en el bus hacia Hopkinton teniendo en la parte inicial la vista al Río Charles a nuestra derecha, Yo  aproveché para quitarme tenis y medias para intentar secar en el viaje las medias, labor que fue muy exitosa pues eran medias de secado rápido y no se habían mojado tanto, y por otro lado al fondo el horizonte hacia dónde íbamos empezaba a mostrar señas de mejor clima.

WELCOME TO THE ATHLETE’S VILLAGE
HOPKINTON, LUNES 15 DE ABRIL DE 2019, 09:10 Hrs.

Con Hugo Romero al llegar a la “Athlete´s Village” en la Escuela de la Ciudad de Hopkinton. (M. Foto, 2019).

A las 9:10 am nuestra caravana entraba al municipio de Hopkinton, y nos estábamos bajando del bus justo al lado de la entrada principal de la escuela principal:

Hopkinton High School and Middle School
90 Hayden Rowe Street
Hopkinton, MA
01748     

En esa Escuela es donde el “Marathon Monday” en la mañana del tercer lunes de abril se triplica la población de ese pequeño municipio de Massachussetts, pasando de aprox. 15,000 a 45,000 habitantes (desde 2014 la cantidad de participantes oficiales de Boston Marathon no ha bajado de 30,000).

Saliendo de la “Athlete´s Village a buscar la zona de salida de carrera. (M. Foto, 2019).

El clima allí estaba mucho, muchísimo mejor, ya una parte del cielo mostraba retazos de cielo azul, no había lluvia, ni brisa, y la temperatura era muy similar a la de Bogotá.  Con mi compañero de ese viaje estuvimos un breve rato en la carpa e hicimos la tradicional y larga espera para la última pasada por el baño, el tiempo relativo  transcurrió muy rápido y justo cuando llegábamos al frente de la fila ya el reloj marcaba las 9:55 am y escuchábamos que ya estaban llamando a lugar de salida a los atletas de la Ola 2, en la cual salía yo, allí nos despedimos, pues Hugo estaba en la Ola 3.

Es de mencionar acá que la carretera por la que se corre la Maratón de Boston es una vía secundaria relativamente angosta que va desde Hopkinton a Boston iniciando por la Ruta 135 entre Hopkinton y el siguiente municipio que es Ashland.  Lo angosto de la vía es lo que limita la cantidad de atletas y no permite que se tengan los +50mil participantes que hoy en día manejan otras carreras como New York City Marathon. Para poder manejar adecuadamente el flujo de atletas por esta angosta carretera se maneja un sistema de “Olas” o grupos de salida, teniéndose cuatro Olas diferentes:

CALLE ABAJO
GROVE STREET, HOPKINTON, LUNES 15 DE ABRIL DE 2019, 10:00 Hrs.

El autor con Yuvixa Pacheco y Javier González caminando calle abajo por Grove Street de Hopinton hacia los corrales de salida en Main Street. (M. Foto, 2019).

Al despedirme de Hugo a las 10:00 am en la Escuela yo contaba con 25 minutos para recorrer el kilómetro largo que se debe andar  calle abajo por Grove Street hasta la zona de salida en Main Street, tiempo apropiado para un trote muy suave de calentamiento y con un “tiempo” atmosférico muy apropiado con cero lluvia, aunque el piso algo mojado que evidenciaba el aguacero que  ya había pasado. En ese trote calle abajo me encontré con dos paisanos colombianos: Yuvixa Pacheco y Javier González, con quienes compartimos algo de conversación mientras bajábamos y ya en Main Street nos despedimos, pues Yuvixa estaba en el corral 6, yo en el 7 y Javieren el 8 de esa Ola 2.

Al ingreso a mi corral me estaba esperando Gerardo Benitez, quien estaba para corral 6, pero previamente habíamos acordado compartir la salida de carrera y yo poder acompañarlo en parte de esta ruta que para él era de muy especial significado, pues esta carrera era en la cual completaría sus Seis World Marathon Major para recibir en meta además de la  medalla de Boston, la Six Star Medal, Gerardo llevaba puestos unos guantes de lana usados, los de su recién fallecido padre Gerardo Benitez Bolaños (31/enero/1928 – 13/diciembre/2018). Si alguna vez usted va al Monumento de la Batalla del Pantano de Vargas en Paipa, Boyacá, Colombia varios de los caballos de bronce que lo componen fueron fundido por Don Gerardo, quien le colaboró en esa labor al Maestro Rodrigo Arenas Betancourt, y en toda una vida dedicada al arte forjó en Gerardo atleta el amor por el arte de correr, quien en esta Boston Marathon él dedicaría a su padre artista cada uno de los pasos de este viaje mágico de Boston Marathon rumbo a la medalla de unicornio y la majestuosa SixStar Medal. Esta es una de las tantas historias de vida que han confluido a lo largo de estos 123 años de historia  de carrera, y todas esas energías positivas que recoge esta centenaria ruta se sienten en el aire, es algo muy especial que solo al vivirlo se puede comprender en su real magnitud.

ON THE ROAD AGAIN
MAIN STREET, HOPKINTON, ENTRE EL TOWN COMMON Y LA KOREAN PRESBYTERIAN CHURCH. LUNES 15 DE ABRIL DE 2019, APROXIMADAMENTE 10:27 Hrs. QUE SON 0h:00min:00seg DE VIAJE.

El tradicional video de la ruta de Maratón de Boston que solo se podía ver en la Expo de esa carrera en el Stand de John Hancock, el patrocinador principal de la carrera. Desde 2019 está disponible en Youtube . (John Hancock, 2019).

La espera en el corral fue muy breve, de menos de cinco minutos y empezamos a movernos cuando los oficiales de carrera coordinaron para compactar los corrales, y escuchamos por los parlantes la salida de carrera de esta segunda ola a la hora programada: 10:25 am hora del Este de Estados Unidos (09:25 am de Colombia).

Como una tímida llovizna que poco a poco se convierte en torrencial aguacero, así empezamos a movernos las 10mil almas de esta segunda ola de partida de carrera, primero tímidos pasos que a medida que fuimos avanzando por los corrales de adelante, que hasta hace poco eran ocupados por otros atletas fueron pasos más amplios, y finalmente esa pendiente teniendo a nuestro lado derecho la tarima de salida en el Town Common le avisaba a nuestros Garmin a nuestros ansiosos corazones que eran ya solo unos segundos para iniciar el viaje.

Una de las salidas de carreras más hermosas del mundo, no solamente por el paisaje sino también por lo pasa por la mente, por el alma de los corredores que sienten en sus paso la realidad que por mucho tiempo fue solo un sueño, estar corriendo la Maratón de Boston. (M. Mesa, 2019).

El pisar un hermoso aviso de “START” y el tapete de chips de tiempos sincronizado con la mano a la muñeca para activar el inicio del tiempo de viaje a Boston era el inicio formal de  cada persona, y al alzar la mirada ver calle abajo los andenes y un barranco atestados de espectadores seguía elevando a la estratósfera el ritmo de emocionados corazones en el pecho forrado de uniformes de gran diversidad de colores y textos, todos en común un llevando un número de competencia que en la parte inferior tenía un unicornio y la frase: “2019 BOSTON MARATHON”.

Notas de ruta: El Km 3 de carrera (milla 1.9) es el paso de Hopkinton a Ashland.

Escultura “The Spirit of the Marathon”, elaborada por Miko Kaufman en 2006, donada por New Balance a la población de Hopkinton en el centenario de la Fundación de esa marca deportiva, se encuentra a la salida de Hopkinton en costado derecho de carrera en los primeros metros de carrera. (M. Mesa, 2018).

Los primeros 800 metros de la Maratón de Boston son todo un desafío técnico para los atletas: es un desnivel muy brusco de unos 40 metros de altitud que si  no se maneja con precaución será un desperdicio de energía que hará falta en las colinas de Newton o el remate en Boston.

Notas de mi carrera: Mi misión era mantener la velocidad objetivo de 4:50/Km para poder llegar a meta justo debajo de las 3 horas 25 minutos, el tiempo exigido para mi Boston Qualifier del año 2020. El reto era muy grande pues todavía no me recuperaba completamente de un esfuerzo grande:

Hacía una semana que yo estaba corriendo el domingo 7 de abril la Maratón de Santiago de Chile con todo el empeño de lograr el Boston Qualifier 2020 rodando a 4min:50seg por Kilómetro, pero en una crisis que tuve desde Km 32  y que me llevó a meta en 3h:38min:58seg lo que es casi 14 minutos más lento de lo requerido. De esos 13:58 minutos de retraso puedo excusarme por el infernal calor en Chile (todos los atletas tenemos maravillosas excusas para justificar metas no logradas, unas de más peso que otras), pero con la obligación de asumir mi responsabilidad pues al menos hasta ahora que yo sepa al momento de inscribirme a Boston Marathon no he visto que al reportar el tiempo clasificatorio haya una casilla para descontar el tiempo extra que cada corredor le pueda atribuir a sus excusas para no haber logrado la marca. Con esa triste pero simple realidad avanzaba los kilómetros en esta Boston Marathon 2019 en un recorrido que de haber logrado la marca en Santiago de Chile estaba inicialmente planeada para ser un recorrido de celebración de VIDA, sin afanes. Pero ese Boston Qualifier pendiente, como ese examen parcial para pasar el semestre, y dado que ya estaba inscrito a Boston me llevó a volver a intentarlo, a sabiendas que la recuperación después del exigente esfuerzo de Chile no era suficiente. Los escenarios eran: el muy optimista, algo utópico que lograra mantener del kilómetro cero al 42.195 el paso parejo de 4min:50seg/Km, o el más probable, que al llegar a la base de la primera colina de Newton en la milla 16 (Km 25.74) el agotamiento de Chile me llevaría a empezar a perder velocidad de carrera.  Mi decisión desde antes de viajar a Boston ya estaba tomada, lo intentaría a sabiendas de las bajas posibilidades, en caso de no lograr la marca aún habría en este año al menos dos oportunidades para volver a intentarlo y serían más las enseñanzas de este intento para optimizar el entrenamiento para ese muy probable tercer intento antes de viajar a Sudáfrica para Comrades. Lo otro es que estos kilómetros a tope en Boston también bonificaban en la preparación de esa ultramaraton de 87 Km ya confirmada para el domingo 9 /junio/2019.

5 Km (Milla 3.10) RUTA 135 EN EAST UNION STREET.
ASHLAND, LUNES 15 DE ABRIL DE 2019, 0h:23min:37seg DE VIAJE

Ruta 135, por la que recorre la Maratón de Boston, en el paso de Hopkitnon a Ashland. (M. Mesa, 2018).

Notas de ruta: El Km 3 de carrera (milla 1.9) es el paso de Hopkinton a Ashland.

 El paso por el tapete de 5Km en East Union Street entrando a la primera parte urbana de Ashland y en medio de la algarabía de los espectadores a lado y lado del andén unos metros antes del giro derecho donde confluyen la Ruta 135 con las calles Cherry Street y Summer Street es de mucha emotividad, una mini-entrada triunfal aún en perfil predominante de bajada.

Notas de mi carrera:

El autor, avanzando en los primeros kilómetros de la Maratón de Boston 2019. (M. Foto, 2019).

El Km 5 marcó un parcial tapete de 24 minutos y 37 segundos (4:55/Km), el cual iba muy bien con el plan de 4:50/Km, pues esos 5 segundos por km más lentos de debieron a una disminución de velocidad en el segundo kilómetro mientras ajustaba mis geles. Las sensaciones eran buenas, que podía ir incluso más rápido, pero iba muy atento a no excederme por el desgaste que traía desde Chile, y que esta carrera ya me ha enseñado al correrla casi 15 veces que esos primeros 7 Km en bajada y con el corazón a mil es donde pierden la carrera los atletas que luego encontrarás reventados caminando o sentados en el andén en las subidas de Newton llegando al Km 30.

10 Km (Milla 6.21). RUTA 135 EN WAVERLY STREET.
FRAMINGHAM, LUNES 15 DE ABRIL DE 2019, 0h:48min:51seg DE VIAJE

Aspecto de la ruta de Boston Marathon en un día normal, entrada Framingham. (M. Mesa, 2018).

Notas de Ruta: El Km 8 de carrera (Milla 5) es el paso de Ashland a Framingham.

Desde el Km 6.5 hasta el km 8 es la primera subida, casi imperceptible, pues son unos 20 metros de ascenso repartidos en un kilómetro largo que frenan ligeramente a los atletas y son el primer campanazo de alerta de que la carrera más que un tobogán, es una montaña rusa que pone a prueba los músculos de las piernas.

Notas de mi carrera:

Aspecto de la ruta de Boston Marathon en el “Marathon Monday”, entrada Framingham. La foto es de la Maratón de Boston 2017. (M. Mesa, 2017).

Paso por tapete 10K en 0:48:51. El tramo de Km 5 a Km 10 lo completé en 24min:14seg (4:51/Km), muy buenas sensaciones y con el control de la velocidad al sentir que podía ir más rápido pero debía administrar mi energía con cuidado.

15 Km (Milla 9.32). RUTA 135 EN WEST CENTRAL STREET.
NATICK, LUNES 15 DE ABRIL DE 2019, 1h:12min:54seg DE VIAJE

Aspecto de la ruta de Boston Marathon en un día normal, entrada a Natick. (M. Mesa, 2018).

Notas de Ruta: El Km 12 de carrera (Milla 7.5) es el paso de Framingham a Natick.

“Las llanuras de Framingham/Natick” es el nombre que podría dársele a esta parte de carrera, el paso por esa ciudad del Km 10 al Km cinco es la parte más plana de carrera, una oportunidad para los corredores para estabilizar el paso de carrera.

El paso por Km 15 es muy escénico, con cuerpo de agua a lado y lado de la vía, se está pasando por Lake Cochituate.

Notas de mi carrera:

El autor, hacia Km 15 la Maratón de Boston 2019. (M. Foto, 2019).

Paso por tapete 15K en 1.12:54 En esos 5 Km planos del 10 al 15 me tardé 24min:03seg para una velocidad de 4:49/Km. El ir en la velocidad objetivo me seguía dando esperanzas del Boston Qualifier.

20 Km (Milla 12.42). RUTA 135 EN CENTRAL STREET.
WELLESLEY, LUNES 15 DE ABRIL DE 2019, 1h:37min:14seg DE VIAJE

Aspecto de la ruta de Boston Marathon en un día normal, entrada a Wellesley. (M. Mesa, 2018).

Notas de Ruta: El Km 19 de carrera (milla 12) es el paso de Natick a Wellesley.

Del Km 15 al Km 18 (Millas 9.32 a 11.2) otros 20 metros de desnivel en ascenso, en un falso plano vuelven a retar el paso de carrera, y no es solo ese incremento neto, sino que como en  la mayoría de la ruta el sube y baja de colinas es lo que más mella le hace al cuerpo, no solamente los más notorios ascensos en Newton, es toda la ruta exceptuando el tramo plano de Km 10  a Km 15.

El Km 16 (Milla 10) es el paso al lado de la Iglesia de Natick).

Entrando al Km 19 de carrera ya saliendo de Natick y entrando a Wellesley una quietud, un silencio al lado y lado de la vía, no, eso es otra cosa que la calma que precede a la tormenta de gritos de ánimo: estamos llegando a Wellesley College, el  “Beautiful Scream”, es donde las alumnas de esa Universidad femenina están apostadas al lado derecho, con una hermosamente ensordecedora gritería y con sugestivos avisos que invitan a los atletas a darles un beso, son imborrables recuerdos los que se capturan allí en esos momentos de entrada triunfal, de final con beso.

Notas de mi carrera:

Aspecto de la ruta de Boston Marathon en el “Marathon Monday”, entrada Wellesley. La foto es de la Maratón de Boston 2016. (M. Mesa, 2016).

Km 20 en 1:37:14, siendo para esos 5 km del 15 al 20 velocidad intervalo de 4:52/Km que era 2 segundos por Km más lento que el objetivo. Todavía muy buenas sensaciones en esa parte de predominio ascenso tendido.

21.097 Km (Milla 13.1). RUTA 135 EN CENTRAL STREET.
WELLESLEY, LUNES 15 DE ABRIL DE 2019, 1h:42min:35seg DE VIAJE

Imposible describir con palabras las emociones del paso de carrera por wellesley College, la foto es de 2016. (M. Mesa, 2016).

Notas de Ruta: El Km 20 (Milla 12.42) es la entrada a la zona urbana de Wellesley, con iglesia al lado derecho y giro a la izquierda.

El paso por Wellesley College con el corazón a mil revoluciones parecía final con beso, PERO allí como indica el kilometraje, NO ES el final de carrera, van solo 19 Km, un poco más adelante en la parte urbana de Wellesley encontraremos el arco de Media Maratón que nos vuelve a aterrizar en la realidad que aún falta camino, y es allí donde los que desperdiciaron energías al comienzo empiezan a vivir el viacrucis de Semana Santa.

La marca de Media Maratón es muy fácil de recordar: Un arco de meta en la zona urbana de Wellesley, atestada de espectadores a lado y lado del andén. Los dos últimos kilómetros desde el Km 19 han sido de un falso plano con ligeras ondulaciones en la vertical, esa mini-montaña rusa por la que está Wellesley College. 

Notas de mi carrera:

El autor un par de días después de la Maratón de Boston 2018 visitando Wellesley College, una de la estudiantes accedió a una foto (solo la foto, pues los besos son únicamente en carrera el tercer lunes de abril de cada año). (M. Mesa, 2018).

Pasar por la mitad del camino en 1:42:35 me dio grandes esperanzas de completar en el objetivo, pues administrando fuerza estaba muy bien de ánimo, y si lograra mantener en la otra mitad de carrera esas velocidades, con un poco de aceleración al final estará en el Boston Qualifier. Pero el gran interrogante era cómo respondería mi cuerpo más allá del Km 25, que es donde realmente “empieza” la carrera, y yo llegaba algo débil del esfuerzo de Chile.

25 Km (Milla 15.53). RUTA 16 EN WASHINGTON STREET.
WELLESLEY LOWER FALLS, LUNES 15 DE ABRIL DE 2019, 2h:01min:23seg DE VIAJE

Paso por la línea de Media Maratón en Wellesley, en la Maratón de Boston 2016. (M. Mesa, 2016).

Notas de Ruta: Estos 5 Km desde el 20 al 25 han transcurrido en Wellesley.

Desde la línea de Media Maratón se va saliendo de la parte urbana de Wellesley en un falso plano en ascenso por la zona de Wellesley Hills, son solo 10 metros verticales de ascenso repartidos en poco menos de 4 Km hasta el Km 25, lo  comparo como ir navegando en un río poco antes de las cataratas.

Notas de mi carrera:

Unos pocos cientos de metros luego de Wellesley College se entra a la población de Wellesley, al costado derecho antes el giro hacia la zona de Media Maratón está la “Wellesley Village Chuch” la iglesia y su cementerio, donde para muchos corredores empieza a morir el paso de carrera y lo “normal” en Boston Marathon es que la segunda mitad sea más lenta que la primera mitad . (M. Mesa, 2019).

Un acumulado de 2:01:23 en el tapete de Km 25 indicaba que los últimos 5 Km los había cubierto en 24min:09seg para 4:50/Km: la velocidad objetivo!. Para enfrentar con optimismo la “montaña rusa” de bajada brusca de enseguida para luego las cuatro colinas de Newton, responderían mis piernas a ese  reto técnico?

30 Km (Milla 18.64). RUTA 30 EN COMMONWEALTH AVENUE.
NEWTON, LUNES 15 DE ABRIL DE 2019, 2h:27min:19seg DE VIAJE

Paso de Newton/Lower Falls a Newton. Boston Marathon 2016. (M. Mesa, 2016).

Notas de Ruta: El Km 25.74 de carrera (milla 16) es el paso de Wellesley a Newton.

La despedida de Wellesley son unos 750 metros de carretera en una brusca descolgada de 30 metros en la vertical, un verdadero tobogán en el cual Boston Marathon quisiera darte el impulso para lo que viene: la entrada a Newton y sus colinas, pues justo al acabar ese descenso que es tan brusco como el de inicio de carrera, PRIMERA COLINA DE CUATRO, ASCENSO SOBRE LA I-95:

La ruta de Maratón de Boston tien bienvenida a la Ciudad de Newton con el primero de cuatro ascensos fuertes, el que sigue a un brusco descenso saliendo de Wellesley, y que se corona unos metros adelante del paso por encima de la Autopista I-95 . (M. Mesa, 2018).

En ese Km 25.74 (Milla 16) la pendiente cambia bruscamente ahora en ascenso, ascenso donde muchos corredores empiezan a ver que las velocidades de carrera se empiezan a disparar, pero hacia abajo, al lado lento. Se está empezando a ascender la primera de las cuatro colinas de Newton.

Esa primera colina es de aproximadamente 1.2 Km de ruta hasta el Km 27, con desnivel de unos 25 metros, poco antes de coronarla se pasa por encima de la Súper Autopista, a Interestatal I-95 (que atraviesa la costa oriental de Estados Unidos desde Miami pasando por Nueva York), al llegar a esa cima se está pasando de Newton/Lower Falls a Newton.

El descenso de esa primera colina de Newton es pasando por el Newton-Wellesley Hospital, se avanza por Washinton Street en esa suave pendiente bajando, que se debe aprovechar para tomar fuerzas físicas y mentales para lo que se viene, que no será fácil.

SEGUNDA COLINA DE CUATRO: LLAMEN A LOS BOMBEROS!

Yendo por Washington Street se hace un giro derecho en la Estación de Bombero de Newton para tomar el ascenso de la segunda Colina de Newton cuando el acumulado de kilómetros es 28, lo que suele coincidir con “la pared” esa zona de agotamiento de reservas de Glucógeno que afecta a muchos atletas. (M. Mesa, 2019).

El giro brusco a la derecha al lado de la Estación de Bomberos de Newton en el Kilómetro 28.3 (Milla 17.6) es el desvío de Washington Street para tomar calle arriba la Commonwealth Avenue por la que se andarán las restantes colinas  y el descenso hasta Boston/Brighton en Km 35. Esta segunda colina con 20 metros de incremento de altitud tiene realmente dos picos, uno en Km 28.8 (Milla 17.9) y otro más sutil en Km 29.1 (Milla 18.1) Luego vendrá la bajada más extensa, por la que entramos en el Km 30 (milla 18.64).

Notas de mi carrera:

Una de las formas de tomarse foto al lado de la estación de Bomberos de Newton sin poner cara de cansado es ir en carro un día diferente al de la Maratón, eso hice el viernes 20 de abril de 2018. (M. Mesa, 2018).

El tapete de 30 Km lo pisé el 2:27:19 acumulados, que para los últimos 5 Km llevó a 5:11/Km, esta caída de ritmo se dio como era natural por las dos primeras colinas: en la que se pasa por encima de la Autopista I-95 el ritmo cayó hasta 5:33/Km y en la segunda, la que inicia en la estación de bomberos hubo parciales de 6:16/km, tratando de subir con precaución de no fundirme para poder enfrentar el resto de colinas y la bajada hacia Boston. Todavía en el papel estaba el Boston Qualifier, pues esperaba llegar más adelante a la cima de la Rompecorazones con buenas sensaciones para en la bajada a Boston empezar a recuperar y volver al promedio objetivo. Me daba mucho optimismo que en las partes planas entre la primera y segunda colina logré volver a los 4:50/km, el cuerpo aún respondía bien.

35 Km (Milla 21.74). RUTA 30 EN COMMONWEALTH AVENUE.
BOSTON/BRIGHTON, LUNES 15 DE ABRIL DE 2019, 2h:55min:05seg DE VIAJE

El autor, al lado de la estatua “Young At Heart” del escultor Rich Muno, la cual presenta a Johnny Kelley en dos edades diferentes: a los 27 años y los 84 años. Johny ganó la Maratón de Boston en 1935 y 1945, finalizó segundo siete veces y fue top-ten 18 veces y finalizó en total 58 Maratones de Boston. (M. Mesa, 2018).

Notas de Ruta: El descenso cómodo que viene desde Km 30 (Milla 18.64) hasta el cruce de la Commonwealth Avenue con Walnut Street a lo largo de un  Km hasta Km 31 (Milla 19.26) nos crea la falsa ilusión de que lo peor ya pasó, pero no, lo peor está por venir: las dos últimas colinas.

TERCERA COLINA DE CUATRO: HERE’S JOHNNY!

La frase que le puse para nombrar esta colina parece tomada del actor Jack Nicholson en la película clásica de Terror “El Resplandor” (Dir. Stanley Kubrick, 1980), pero me refiero es al  Johnny de Boston Marathon: John A.  Kelley (6/sep./1907 – 6/oct/2004) el atleta más representativo de lo que es esta carrera, ganador de esta maratón en dos ocasiones (1935 y 1945) y poseedor del récord de mayor cantidad de Boston Marathon finalizadas: 61. Cuando en 1999 la revista Runner’s World seleccionó el atleta norteamericano del Siglo XX el elegido fue Johnnie.

A la base de esa tercera colina, en el costado izquierdo de la vía en sentido de carrera en ese cruce de Commonwealth Avenue con Walnut Street hay una estatua que muy difícilmente ven los atletas, pues está oculta por unos arbustos, pero la cual vale la pena visitar un día que usted vaya a Boston y quiera reconocer la ruta antes de correrla. En la estatua se ve a Johnny ya anciano a los 83 años de edad cuando corrió Boston en 1991 alzando el brazo victorioso del mismo Johnny victorioso en 1935 a los 27 años de edad. La escultura tiene por nombre “Young at Heart”.

Esta tercera Colina va desde esa estatua del Km 31 (Milla 19.26) hasta el kilómetro 31.5 (Milla 19.6), son “solo” 500 metros de carrera, pero en ese ascenso  vertical de unos 18 metros golpea muy duro mentalmente a los atletas más cansados, que luego de esa parte de bajada previa creían que no habría más subidas, pero esta subida existe, y la siguiente…

El Kilómetro 32.2 (milla 20.25) es por la Ruta 30 la transición de Newton a Newton/Chesnut Hill, es su vez la base de Heartbreak Hill, la temida Rompecorazones.

CUARTA DE CUATRO COLINAS: HEARBREAK HILL

Boston College está al costado derecho en la cima de Heartbreak Hill. (M. Mesa, 2018).

Johnny Kelley en 1936 era el favorito para ganar Boston, venía de triunfar el año anterior y destacaba en la lista de favoritos antes de tomar la partida pero en esas colinas de Newton iba de segundo detrás de un desconocido: Ellison Myers “Tarzan”Brown y lo logró alcanzar en lo alto de la última de esas cuatro colinas, tan seguro estaba de pasarlo y triunfar que le dio una palmadita en la espalda a Ellison, pero esto más que bajarle el ánimo lo motivó y unos metros más adelante, ya bajando hacia Boston/Brighton pasó a Johnnie para un remate de ensueño y Johhnie lo vino a volver a alcanzar después de la meta y para la historia quedó así el podio de esa Edición 40 de Boston Marathon del lunes 20 de abril de 1936:

Primer Lugar: Ellison M. (Tarzan) Brown. Rhode Island. 2:33:40

Segundo Lugar: William F. McMahon (Massachussetts). 2:35:27

Tercer Lugar: Mel Porter (New York). 2:36:48

Cuarto Lugar: Leo  Giard (Massachussetts). 2:37:16

Y el gran favorito, relegado al  quinto puesto:

Quinto Lugar: John A. Kelley (Massachussetts). 2:38:49

Esa tarde preparando la edición del Boston Globe Sports el Editor Jerry Nason usó el término “Heartbreak Hill” para describir la debacle de Johnny en esa  carrera. Es curioso que un término acuñado originalmente para la decepción de un atleta en meta le vino a dar el nombre a la cuarta colina de Newton acabando el Kilómetro 33 (Milla 21), y que hoy en el imaginario Bostoniano de nosotros atletas asociamos con un ascenso muy difícil, pero realmente el grado de complejidad de esta colina es inversamente proporcional a lo bien entrenado y preparado que se llegue a la línea de salida en Hopkinton y/o a que tan prudente es el corredor al administrar sus energías en los 32 previos kilómetros, especialmente ese tobogán de emociones de Hopkinton a Wellesley College.

Heartbreak Hill, esa última de cuatro colinas de Newton va desde el Kilómetro 32.2 (milla 20.25) por Ruta 30 – Commonwealth Avenue hasta Boston College. La primera parte es la más pendiente hasta Km 33.4 (Milla 20.75) son 1,200 metros de carrera en los que se asciende 30 metros la segunda parte de esta colina es una meseta con muy suave descenso  de 600 metros desde ese Km 33.4 hasta el Km 34  (Milla 21.1) teniendo en ese momento al lado derecho el edificio principal de Boston College y enseguida la estación de Metro de Boston College que inicia la fuerte pendiente en descenso hacia Boston/Brighton.

Empezando ese descenso desde Heartbreak Hill son “solamente” 8,200 metros a línea de meta, ya no habrá más colinas pronunciadas, la mayoría en bajada y plano, pero que son eternos para quienes lleguen allí débiles a la cima de  esta colina.

En el Km 34.6 (Milla 21.5) finaliza el descenso fuerte desde Heartbreak Hill, al lado del Cementerio de Evergreen en  Chesnut Hill, esa Milla 21 es donde muchos atletas acaban de fundirse por el agotamiento acumulado en la Rompecorazones, y al ser al lado de un cementerio da susto, y ha sido nombrada la Milla encantada (the Haunted Mile), desde allí hasta el Km 35 (milla 21.74) será muy plano. Notas de mi carrera: El pico de la tercera colina lo corone a 6:06/Km, lo cual era de esperarse por tratar de mantener paso prudente, no era de preocuparse, lo que si me preocupó, y mucho, fue que en ese descenso de transición a la cuarta y ultima colina, poco antes de empezar la subida a la Rompecorazones mi ritmo bajó dramáticamente de los 4:50/Km a 5:22/Km, es posible que allí entré en agotamiento o acidosis y lo peor, faltando el ascenso más fuerte. La Colina Rompecorazones me impuso velocidades de entre 6:30/Km y 7:00/Km, lo cual en otras condiciones sería normal, pero mi cuerpo se sentía cansado. Llegaba a iniciar el descenso al lado de Boston College (Km 34) con un acumulado de 2:49:00 que da promedio total de 4:58/Km. De ahí en adelante el perfil de carrera da para correr rápido, y en teoría era posible recuperar velocidades, pero excepto por un gradual incremento de velocidad

40 Km (Milla 24.85). RUTA 9A EN BEACON STREET.
BOSTON, LUNES 15 DE ABRIL DE 2019, 3h:26min:55seg DE VIAJE

Entrada a Boston, poco antes del Km 40. (M. Mesa, 2018).

Notas de Ruta: La ruta tiene un paso fugaz por Boston/Brighton entre los Kilómetros 35 (Milla 21.74) y 36 (Milla 22.36), punto en el cual se entra a Brookline.

El Km 36  (milla 22.36) en un giro a la derecha, al lado de la Estación verde de metro Chesnut Hill Avenue la carrera sale de la Commonwealth Avenue que tantos recuerdos deja atrás en las colinas, y se empieza a correr por la Chesnut Hill Avenue un tramo muy corto hasta otro giro, muy famoso, esta vez a la izquierda.

Aspecto entre semana del Aviso de CITGO, a menos de 2 Km de meta. (M. Mesa, 2018).

Cleveland Circle es ese giro izquierdo, el cruce de líneas de Metro por el que los atletas deben pasar con mucha precaución de no pisar los rieles de la carrilera para evitar torceduras. Al  completar ese giro izquierdo en Cleveland Circle se está corriendo por Beacon Street y se tiene al lado izquierdo la línea verde “C” de Metro, así con ese paisaje de correr paralelo al Metro y con los andenes atestados de espectadores animando se avanza hasta el Km 40 (Milla 24.85), pasando al lado de las Estaciones de Metro de Englewood Avenue, Dean Road,Tappan Street, Washington Square, Fairbanks Street, Brandon Hall, Summit Avenue, Coolidge Corner, Saint Paul Street, Kent Street, Hawes Street, Saint Marys Street que es donde se deja de andar paralelo a la línea de Metro y se enfrenta la última subida pronunciada, Donde la vía se eleva para pasar por encima de la Massachussets Turnpike. Ese inicio de pendiente es el Kilómetro 40.

Notas de mi carrera:

El autor, ya esperando el aviso de CITGO, la meta está mas cerca de lo que parece. (M. Mesa, 2018).

El agotamiento de Maratón de Santiago y la montaña rusa de esos 35 previos Kilómetros fueron desvaneciendo la fortaleza de mis piernas entre la acidosis y la resignación de aceptar la realidad de la utopía intacta, tratar de mantener el paso era cada vez más difícil, pero la meta en Boylston Street y el fervor de los espectadores en el andén seguía jalándome como a los demás atletas a mi lado.

42.195 Km (Milla 26.2). BOYLSTON STREET ENTRE EXETER STREET Y DARTHMOUTH STREET.
BOSTON, LUNES 15 DE ABRIL DE 2019, 3h:42min:12seg FIN DE VIAJE

El aviso de “BOSTON STRONG” en el Puente de Charlesgate, a un poco más de 1 Km de meta en la Maratón de Boston 2017. Al fondo detrás del puente se observa el edifico Prudential, que está a menos de 500 metros de meta. (M. Mesa, 2017).

Notas de Ruta: El Km 40 de carrera (Milla 24.85) es el paso de Brookline a Boston, allí inicia la pendiente de unos 300 metros que parecerá dos o tres Hearbreak Hills si uno va muy cansado, al pasar esa prueba se está en Kenmore Square al lado del aviso de la petrolera CITGO y ya van 40.57 Km de carrera (Milla 25.2). El pasar al lado del aviso se CITGO es para saber que se está a UNA MILLA (1,600 metros) de la línea de meta, y por cansado que una vaya es momento de rematar en este punto que a su vez es el inicio de ruta de carrera por Commonwealth Avenue de Boston.

El kilómetro 41 (Milla 25.3) de carrera es la entrada al sector de Boston/Back Bay, es de gran motivación, al menos para quien escribe estas líneas, pues se pasa por debajo del puente vehicular de Charlesgate, y desde 2014, el año posterior a los atentados fijan en el puente el aviso de “BOSTON STRONG” que por cansado que vaya da ese empuje final para esos 1200 metros remanentes:

Kilómetro 41.2 (Milla 25.6) es el deprimido final por debajo de Massachussetts Avenue, allí se  está a UN KILÓMETRO de meta, enfrentando a última (seguro que si, la última) subida.

Lo que viene después es la parte final de la mejor película que un atleta pueda imaginar: 

RIGHT ON HEREFORD, LEFT ON BOYLSTON:

El autor, acabando de dar el giro izquierdo en calle Hereford para tomar el último remate recto en Boylston Street. (M. Foto, 2019).

Enseguida del deprimido debajo de Massachussetts Avenue se continúa unos 300 metros para ese mágico giro que deja la Commonwealth Avenue a la derecha en Hereford Street (Kilómetro 41.5, Milla 25.8), que los atletas bostonianos conocemos como el “Right on Hereford”, que combinado con el siguiente giro 340 metros más adelante lleva al giro izquierdo triunfal en Boylston Street (Kilómetro 41.84 / Milla 26.0) lleva a esa entrada triunfal de 360 metros en la que el corazón no cabe en el pecho de la emoción, al fondo se ve el puente de prensa y las graderías de la meta. No hay palabras para describir la emoción de recorrer esos últimos metros. 

LA META Y MÁS ALLÁ:

El autor pasa la meta de la Maratón de Boston 2019. (M. Foto, 2019).

Ya pasando ese mágico tapete que para el crono se han recorrido 42 Km 195 metros (26 Millas, 385 Yardas, mejor conocida como 26.2 Millas). Se está en un sitio muy parecido al paraíso terrenal para quienes amamos correr. Es la Calle Boylston entre calles Dartmouth y Exeter, al lado derecho está la Biblioteca Pública de Boston.

Avanza uno y pasa la esquina de Boylston Street con Darthmouth Steet, y en las siguientes cuadras de Boylston (pasando por Clarendon Street y Berkeley Street se recibe la preciada medalla de unicornio, los que completan allí sus World Marathon Majors reciben en la carpa de Abbott su Six-Star medal, luego agua, las capas térmicas, Gatorade, barras de proteína, una bolsita con golosinas para recuperarse, y siempre hay personal médico atento a socorrer a los atletas exhaustos.

Jaime Benazar (#1293) y el autor ya con la medalla de Boston  2019. (M. Foto, 2019).

De la esquina de Boylston con Berkeley se tiene al frente y a los costados los buses guardarropa donde temprano en la mañana dejamos a guardar nuestras cosas, y más allá en la esquina de Boylston con Arlington Street ya se sale al Boston Common, donde se pueden encontrar atletas con sus familiares y amigos, además de eso por St. James Avenue y Stuart Street entre calles Clarendon y Berkeley se disponen avisos con letras de la A a la Z para facilitar ese encuentro.

Las anheladas medallas de Unicornio. (M. Mesa, 2019).

Notas de mi carrera: Porqué he venido y querré seguir volviendo a Boston en las primaveras que la vida me siga regalando? Gran parte de la respuesta está en esos dos kilómetros y 195 metros que se resaltan con ese “Right on Hereford, Left on Bolyston” para esos maravillosos 360 metros en Boylston Street, mi cansancio siempre en ese pedazo de vida pasa a segundo plano, pues la celebración de la vida es total, y cual metáfora de una vida humana es el epílogo de tantas y tantas experiencias, no logré el Boston Qualifer, el crono paró en  3:42:12, unos tres minutos más lento que en Santiago de Chile una semana antes. Y justo al pasar la meta en medio de la felicidad de ir por ese decimo quinto unicornio, empecé a pensar donde lo intentaría de nuevo, de eso se trata la vida, de luchar, de luchar por lo que uno quiere, y mientras haya vida hay esperanza, en este caso esperanza de volver a esta soñada meta el 20 de abril de 2020.

Una corredora sonríe para la foto con la voluntaria que le acaba de entregar la medalla bostoniana. (M. Mesa, 2019).

Y más allá de la meta pude ver como mi alegría como una nota suelta sumaba a otras alegrías de quienes seguían pasando por esa merecida medalla, y más adelante en la carpa de World Marathon Majors ver a esos otros viajeros de a pie que acá en Boston completaban la Sixstar Medal, entre quienes estaba Gerardo, dedicándole ese logro a su Padre allá en el cielo.

El paso por la línea de meta de la Maratón de Boston 2019. (M. Mesa, 2019).

Luego de un rato en gradería de meta ayudando a animar a otros atletas pasé por la reunión de New Balance cerca de meta, donde una fría Guiness refrescó mi cansancio y la amena conversación con otros amigos de la marca, y más tarde pasé a la ceremonia de premiación a aplaudir a esos indómitos corceles de todas las edades que llegaron al meta mucho antes que yo.

La marea humana en los últimos metros de Boston Marathon 2019, y el mar de espectadores que a lo largo de TODA la ruta animan con toda el alma. (M. Mesa, 2019).

PREMIACIÓN DE CARRERA.
BOSTON, LUNES 15 DE ABRIL DE 2019, 17:00 Hrs

Degefa Worknesh y  Lawrence Cherono  Victoriosos en Maratón de Boston 2019. (M. Mesa, 2019).

La tradicional ceremonia en el Grand Ballroom del Hotel Fairmont Copley Plaza fue de vuelta a lo “normal”, premiar a los que es esperaba ganaran, luego de un podio atípico especialmente en varones en 2018 cuando Yuki Kawauchi llegara primero a meta en medio de un crudo invierno en 2:15:58. En este 2019 Yuki en su defensa de título terminó en el de todas maneras destacado puesto 17 (con 2:15:29).

Puestos 2 al 10 femeninos de Maratón de Boston 2019 en el costado izquierdo las acompaña Gloria Ratti (saco negro), de la BAA, y Sara Mae Bergman, campeona de Boston Marathon 1971. (M. Mesa, 2019).

En damas del puesto 4 al 10 correspondieron a Etiopía, USA, Kenia, Kenia, Etiopía, USA, y Kenia.

El podio de ellas quedó así:

  1. Degefa Worknesh. Etiopía. 2:23:31
  2. Edna Kiplagat. Kenia. 2:24:13
  3. Jordan Hasay. USA. 2:25:20
Paso por meta de Degefa Worknesh. (M. Mesa, 2019).

De mencionar que Degefa dominó la mayoría de la carrera atacando temprano, venía de triunfar a comienzos de año en una carrera muy plana en Dubai, siendo debutante en la ruta de Boston se atrevió a desafiar las colinas y a sus contrincantes desde muy temprano, desde la milla 5 (Km 8) arriesgó en terreno desconocido y venció con solidez derrotando a poderosas contrincantes como la keniata Edna Kiplagat, triunfadora en Boston en 2017. Lo de la norteamericana Jordan Hasay es de destacar también al seguir afirmando que las locales están para dar la pelea, y que el triunfo de su paisana Desiree Linden en 2018 no fue casualidad. Respecto a Desiree, ella en esta Boston llegó a meta en destacado quinto puesto (2:27:09).

Puestos 2 al 10 masculinos de Maratón de Boston 2019. (M. Mesa, 2019).

En varones del puesto 4 al 10 correspondieron a Kenia, Kenia, Kenia, USA, USA, Kenia y Kenia.

El podio de ellos quedó así:

  1. Lawrence Cherono. Kenia. 2:07:57
  2. Lelisa Desisa. Etiopía. 2:07:59
  3. Kenneth Kipkemoi. Kenia. 2:08:07
Remate de infarto de Lawrence Cherono para superar por dos segundos en meta a Lelisa Desisa. (M. Mesa, 2019).

Estuvo de infarto ese remate final en Boylston Street, el etíope Lelisa Desisa punteando desde el Km 40, pero en los últimos metros a su lado vio esfumarse USD$75,000 y la Gloria de los campeones, lo pasó el kenitata Lawrence para llevarse a casa el exceso de equipaje con el trofeo del campeón y el cheque de USD$150,000 (Lelisa con cheque de USD$75,000). Todo es relativo, podría decirse que Lelisa vió esfumarse USD$75,000 en unos cuantos metros, pero el estaba contento respecto a 2018, cuando fue uno de los damnificados del frío retirándose de carrera.

Respecto a los locales, estuvo en séptimo puesto Scott Fauble (de Flagstaff, Arizona) mejorando su marca personal de 2:12:28 (New York City Marathon 2018) parando el crono en 2:09:09. (UN SUB-2horas 10min!!). Al salir de la ceremonia de premiación me encontré con mi alumno Hugo Romero del Team Correr Bien, quien también lo dejó todo en el asfalto, compartimos la cena y el saludo de hasta luego. Ambos con la ilusión de seguir buscando el Boston Qualifier.

DAY AFTER.
LAWRENCE, MASSACHUSSETTS, MARTES 16 DE ABRIL DE 2019, 09:00 Hrs

Visita al Sports Research Lab de New Balance en Lawrence, Massachussettss el martes 16 de abril de 2019. Desde la derecha: John Cullen, Jaime Benazar y el autor. (M. Mesa, 2019).

La mañana siguiente al “Marathon Monday”, como nos tiene acostumbrado la Ley de Murphy, amaneció esplendorosa, muy agradable para los atletas que ya iban rumbo al aeropuerto recordando que 24 horas antes un diluvio los despedía en Boston rumbo a Hopkinton para salida de carrera.

Mi martes fue de explorar, tomé en North Station un tren que me llevó al norte, a Lawrence, Massachussetts donde me encontraría con Jaime Benazar, el otro atleta New Balance que viajó desde Colombia a Boston Marathon, y su novia Juliana Contreras. El motivo de viaje: Una muy interesante visita a la fábrica de New Balance en esa ciudad, donde representantes de la marca nos guiaron por un tour conociendo los cimientos de esa gran marca, forjada allá en Boston desde 1906. Hicimos el recorrido por la fábrica conociendo el proceso de fabricación de los tenis Lifestyle, y luego pasamos al Sports Research Lab, donde una incansable labor de investigación utilizando tecnología de vanguardia es soporte para las grandes innovaciones en prendas y calzado.

Ya de salida de allí pasamos por la tienda de fábrica NB a aprovisionarnos para seguir dando la batalla del Boston Qualifier y del resto de pasos a muchos retos.

En la tarde ya de regreso en casa de mis amigos Luz Dary Ortiz y Germán Plaza junto a sus amigos Oswaldo y Maribel compartimos una amena velada ya previa a mi regreso a casa el día siguiente.

El miércoles 17 de abril de 2019 emprendí regreso a casa con mi medalla número 15 de Unicornio, y ya el jueves estaba en mi tierra natal, Sogamoso, al norte de Bogotá, compartiendo con mi familia las experiencias de viaje a la Meca de las Maratones, el cuadro de meta de Boston en la sala de mi casa en esa ciudad sirvió para seguir alimentando mi sueño de volver, volver y volver a Boston para la Maratón de mis amores, y allí tomó forma mi decisión de volver a intentar la Clasificación a Boston Marathon del 20 de abril de 2020. Será en Lima, en la Maratón de Lima del domingo 19 de mayo de 2019, un par de semanas después de publicar esta crónica.

Para el momento de publicación de esta nota (15 mayo 2019) la Boston Athletic Association publicó el proceso de inscripciones para la Edición 124 de carrera en 2020:

Access denied | Boston Athletic Association (baa.org)

“The long and winding road…” para volver en 2020 a Boston todos tenemos reto grande, lograr la nueva marca, que para todas la edades es cinco minutos más rápida que para clasificar a 2019. (M. Mesa, 2019).

Esta historia continuará…En Lima el domingo 19 de mayo de 2019 al intentar de nuevo el Boston Qualifier.

“Mi destino Copa…” El día del regreso a Colombia vía Panamá por Copa Airlines con la intención de vuelo de regreso a BOSTON STRONG en abril de 2020. (M. Mesa, 2019).