BOSTON MARATHON 2024 PADRE E HIJO JUNTOS
Lunes 15 de abril de 2024
Por:
Santiago Concha Delgado
Y
Santiago Concha Castro
Boston Marathon Start Line
“A menudo los hijos se nos parecen,
Así nos dan la primera satisfacción.
Esos que se menean con nuestros gestos,
Echando mano a cuanto hay a su alrededor.”
Joan Manuel Serrat, “Esos locos bajitos”.
Santiago Concha Delgado y su hijo Santiago Concha Castro completaron la Edición 128 de la Maratón de Boston el lunes 15 de abril de 2024,. (S. Concha, 2024).
Nota Editorial 1:
Quienes son padres de familia saben apreciar esos momentos de llevar a los hijos pequeños a un parque, y si es a hacer algo de actividad física, mejor. Ahora bien, si usted es maratonista que bien que va el llevar al pequeño a un paseo en triciclo, o a correr unos cientos de metros compartir momentos con esos “locos bajitos de los que canta Serrat.
Santiago Concha Delgado (Santiago Padre) tuvo esa buena práctica, la de llevar a su pequeño Santiago Concha Castro (Santiago Jr) a hacer deporte desde que bebé, en este momento no recuerda bien si Santiago Jr. Aprendió primero a gatear o a correr, de eso hace un par de décadas.
El lunes 15 de abril de 2024 ambos Santiagos lograron al maravilloso, correr la esta Edición número 128 de Boston Marathon: padre e hijo compartieron camino por la Meca de las Maratones. Enseguida ellos comparten lo que sentían en los días previos a ese épico viaje a pie.
CRÓNICA DE UN BOSTON ANUNCIADO (Y SUFRIDO):
historia de padre e hijo corredores
Será un caballo? O un Unicornio? Santiago Concha y Santiago Concha Jr. En paseo cabalgando un día de inicios del Siglo XXI. (S. Concha, 2001).
Santiago Jr.
Santiago Concha Castro al finalizar la Maratón de Medellín Virtual en el año 2020, tiempos de Covid. (S. Concha, 2020).
Soy Santiago Concha Castro. 26 años. Voy a correr Boston 2024 con un lindo aliciente y es que mi papá, Santiago Concha Delgado, la correrá también. Comencé mi carrera deportiva hace unos quince años cuando mi papá nos llevaba a mi hermana y a mí a los entrenamientos de los sábados con Will Vargas. El grupo era divertidísimo, yo pasaba feliz y de alguna manera me volví la mascota del grupo y el coach me iba poniendo trabajos acorde con mi edad.
Santiago Padre.
Pareciera que han pasado dos semanas de esta foto en la que Santiago Concha Delgado alza en brazos a su pequeño Santiago, sin darse cuenta pasaron veinte años (S. Concha, finales del Siglo XX)
Soy Santiago Concha Delgado. 56 años. Voy a correr Boston 2024 con un lindo aliciente y es que mi hijo, Santiago Concha Castro, la correrá también. Comencé a correr hace unos 15 años. No había hecho deporte en mi vida pero rápidamente noté varias bondades del trote: se me reguló el sueño, el estómago y bajé unos kilitos. Terminé mi primera 10k en octubre de 2009 (Nike Human Race en Bogotá) acabado y sin poder caminar del dolor. La corrí con un entrenamiento bajado de cualquier paginilla de internet. Vi luces y estrellas en varios entrenos, pues no sabía que tocaba desayunar, hidratarse, estirar … nada. No tenía reloj. Salía los sábados con la familia a medir en el carro las distancias que al otro día tenía que correr. Acabado y feliz, llamé a un buen amigo (Alfonso Gómez) que sabía yo que corría e inmediatamente me metió en el grupo. Ya con entrenamiento de verdad, consejos y técnica, la cosa cambió.
Los dos Santiagos en una foto del siglo pasado. (S. Concha, c.1999).
Santiago Jr.
Me enganché con el tri. Entre el coach y mi papá se levantaban excepciones para que me dejaran correr carreras que eran para mayores. Y así fue creciendo mi gusto por el deporte. Por una grave lesión y la adolescencia, dejé el deporte. En 2011 le oí a mi papá, tras haberlo visto entrenar y correr feliz su primera maratón (Nueva York), que esa era tan dura que no la volvería a correr … salvo que alguno de nosotros, su familia, la quisiera correr en el futuro.
Santiago Padre.
Me metí de lleno. Intervalos, geles, ampollas, Nike, Asics, Newton, fibra, fondo, sin azúcar, con azúcar, isquios, bandeleta, pace, fascitis, pasta … conozco a todas las fisioterapeutas, me hice amigo de los médicos (que no solo deben ser buenos en su oficio, sino conocedores del mundo del trote, o sino les sería más fácil decir: “hermano, deje de correr”) y aprendí a decir: “no puedo salir, mañana hago 24 Kilómetros”.
El domingo 7 de noviembre de 2021 padre e hijo corrieron la Edición 50 de la Maratón de Nueva York. (M. Foto, 2021).
Santiago Jr.
En 2019 decidí volver al deporte. A comer bien y a entrenar. Y recordé la promesa de mi papá y le dije: quiero hacer Nueva York contigo. De hecho, a mi mamá también la había picado el bichito y ya llevaba Chicago y Berlín encima. Así que les dije a los dos. Mi mamá (María Consuelo Castro) rápidamente se bajó del bus y los dos Santiagos nos inscribimos. Ahí ya entrenábamos con Mauricio Ladino y Flody Castañeda. Pero vino la pandemia y nos pasaron para el año siguiente. Yo decidí seguir adelante con el entreno y el mismo domingo que hubiera sido la de NY cancelada, hice la Maratón de Medellín virtual por la Autopista Norte,(eran los tiempos del COVID-19 con Flody detrás en bicicleta y mis papás y hermana -quien ya se volvió animadora oficial de maratones para todos- en carro dándome ánimo. Luego vino Los Ángeles 2022, Nueva York con mi papá y Chicago 2022 … y en esa clasifiqué a Boston con una marca de 2:54:01.
Santiago Padre.
Pasaron los años, dos Chicagos, dos Nueva York, un Los Ángeles y Berlín. Dos con mi esposa, dos con Santi (Nueva York 2021 y Los Ángeles 2022). Y clasificó a Boston. Ahí comencé otra carrera. No soy rápido y por eso no he clasificado, pero puse en práctica todo lo que del deporte he aprendido con el fin de hacer Boston con Santi: tenacidad, perseverancia, disciplina, orden e insistencia. Y no bajé la guardia. No paré de entrenar así no tuviera cupo. 21 cartas personalizadas, craneadas y de corazón a 21 organizaciones de caridad: todas me bajaron del bus porque no correspondía yo a su respectivo target … no era yo de raza tal, no tenía cáncer de tal …, hasta que lo logré.
El tiempo vuela!. (S. Concha, c.1998).
Santiago Jr.
Vamos a correr Boston “juntos”. Lo entrecomillo porque soy mucho más rápido que mi papá. Pero llevamos 5 años entrenando juntos, compartiendo las madrugadas, dándonos ánimo y uno que otro regaño porque no me levanto o no me tomo la proteína. Compartimos el frío de la cocina en la madrugada para no hacer ruido mientras nos comemos el desayuno pre- entreno. La felicidad de terminar el fondo y comernos un chicharrón con los amigos del grupo. La comida de pasta el sábado entre el hotel, hablando solo de la logística de la carrera y de una u otra cosa de la vida.
Santiago Padre.
Vamos a correr Boston “juntos”. Lo entrecomillo porque soy mucho más lento que Santi. Y me llena de orgullo. Me di cuenta de que aunque uno corre contra sí mismo y tendería uno a decir que el trote es un deporte individual, no lo es. Uno corre con el grupo al que ve 3 o 4 veces a la semana, sudados y sufriendo lo mismo, pero siempre dándose ánimo. Uno corre con los coaches, que aguantan, explican, se ríen y vuelven y corrigen, así ya no haya forma de corregir ni de mejorar a esta edad. Uno corre con la esposa que se aguanta muchos fines de semana sin salir y comiendo pasta -de nuevo- “porque mañana hago 32”. Uno corre con la hija que se aguanta conversaciones interminables en la cena, sobre si Patios o Monserrate, o si GU o Maurten o qué recomendó Juan dela Esperiella … Uno corre con toda la gente que el trote le ha puesto en el camino. Muchos amigos permanentes y otros pasajeros, todos los cuales son compañeros de lucha feliz.
Runs in the Family, Un par de años antes del viaje a Boston los Santiagos corrieron en la otra costa de Estados Unidos la Maratón de Los Ángeles. (S. Concha, 2022).
Santiago Jr.
Boston era mi meta. Desde mis primeros entrenos invitado de chiquito, en que yo solo oía y jugaba, entendí que Boston era la meta. Que todos querían clasificar. Y pronto me di cuenta que tocaba entrenar mucho para clasificar. Y eso hice. Buen ejemplo de mis padres, gran acompañamiento de los coaches -y los médicos amigos-, el ánimo y los consejos de los amigos y mucho esfuerzo.
Santiago Padre.
Sabía que Boston era la meta de los rápidos. No podía ser mi meta. Muy lejos. Pero correrla con Santi me hizo cambiar. Y probé como el deporte me ha enseñado, que no hay meta inalcanzable si uno entrena y se esfuerza por el resultado.
Santiago Concha Delgado (inscrito como Santiago Concha) y
Santiago Concha Castro (inscrito como Santiago Concha Jr).
Bogotá comienzos de Abril de 2024, antes de tomar el vuelo a Boston.
Nota Editorial 2:
Ambos Santiagos corrieron Boston, y en casa en Bogotá hay dos medallas de Unicornio si buscas los resultados de carrera encontrarás que Santiago Concha Delgado terminó la Maratón en 4:19:24 y que Santiago Concha Jr. Terminó la maratón en 3:07:00. Si miras los fríos datos de los resultados son simplemente eso: datos, nombres y tiempo, pero detrás de esa información, como en la del resto de las +30mil almas que ese lunes 15 de abril del año 2024 recorrieron ese centenario camino de Hopkinton a Boston, encontrarás que fueron mucho más que 42,2 Km si sumas a esos los que Santiago padre y Santiago Junior han recorrido desde que el último empezaba a dar sus pasitos de bebé (literal). Esta vida es una carrera de relevos, y llegará un día que Santiago Jr tenga esposa e hijos, y pueda llevar a una/lo de ellos al parque a un corto paseo, que podría extenderese a la Boston Marathon Finish Line del año 2050, eso sería fantástico, especialmente en Boston, una Maratón que ya ha trascendido por tres siglos, varias generaciones, las que ya no están, las que están y las que vendrán por este camino de vida. Estas son algunas de las refexiones de los dos Santiagos ya habiendo cruzado esa meta Bostoniana:
Los dos Santiagos antes de salir a tomar los buses a Hopkinton, Marathon Monday lunes 15 de abril de 2024. . (S. Concha, 2024).
Santiago Jr.
Corrimos Boston juntos, que alegría!, que difícil carrera. Es la carrera más preparada en términos de terreno y aún así la más sorpresiva. Los primeros 10 Kilómetros en “bajada” son peligrosos, comedores de energía, pero MISIÓN CUMPLIDA!: mi primera Boston (espero que sean más), y la corrí feliz con mi Papá..
Santiago Padre.
Corrimos Boston juntos, GRAN ORGULLO!, en efecto es una carrera milimétrica, que con los profes y otros experimentados del grupo la habíamos recorrido mentalmente, y hay que mantenerse en el plan, o de lo contrario el cuerpo lo cobra. Hizo mucho calor, pero terminé feliz, y un poquito más rápido de lo mandado. Misión felizmente cumplida.
42.2 Kilómetros después de tomar la partida, la medalla de Unicornio es parte del patrimonio familiar de dos generaciones de la Familia Concha. (S. Concha, 2024).